Felipe II

Felipe II


El rey del imperio planetario español.

Felipe II de Austria (o Habsburgo), llamado El Prudente (Valladolid, 21 de mayo de 1527 – El Escorial, 13 de septiembre de 1598), fue Rey de España[1] desde el 15 de enero de 1556 hasta su muerte, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y los Algarves (como Felipe I) desde 1580, realizando una ansiada unión dinástica con Portugal, que duró 60 años. Fue asimismo Rey de Inglaterra, por su matrimonio con María I, entre 1554 y 1558.

Hijo y heredero de Carlos I de España e Isabel de Portugal, hermano de María de Austria y Juana de Austria, nieto por vía paterna de Juana I de Castilla y Felipe I y de Manuel I de Portugal y María de Castilla por vía materna. Murió a los 71 años de edad el 13 de septiembre de 1598, tras pasar unos años en unas condiciones de vida malas debido a la enfermedad que padecía, y que se agravaba con el paso del tiempo.

Desde su muerte fue presentado por sus defensores como arquetipo de virtudes, y como un monstruo fanático y despótico por sus enemigos. Esta dicotomía entre la Leyenda Negra y la Leyenda Blanca o Rosa fue favorecida por el propio Rey Prudente, que se negó a que se publicaran biografías suyas en vida y ordenó la destrucción de su correspondencia. Aún hoy en día, la historiografía anglosajona y protestante representa a Felipe II como un ser fanático, despótico, criminal, monstruo imperialista y genocida. Sus victorias fueron minimizadas hasta lo anecdótico (salvo unos pocos ejemplos como la Batalla de Lepanto) y sus derrotas magnificadas en exceso, a pesar de que no supusieron grandes cambios políticos o militares, como la pérdida de una pequeña parte de la Grande y Felicísima Armada debido a un fuerte temporal, que además los historiadores anglosajones "transformaron" en una gran victoria inglesa.

Durante su gobierno, el Imperio español dirigió la exploración global y la extensión colonial a través del Atlántico y Océano Pacífico, convirtiéndose durante mucho tiempo en el principal país y potencia europea en todo el mundo. Su imperio, el Imperio español se convirtió bajo su gobierno en el primer imperio global, porque por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes, las cuales, a diferencia de lo que ocurría en el Imperio romano o en el Carolingio, no se comunicaban por tierra las unas con las otras.

El gobierno de Felipe II, coincide con la etapa conocida como Renacimiento. Aunque el cambio ideológico no es tan extremo como en otros países; no se rompe abruptamente con la tradición medieval, no desaparece la literatura religiosa, y será en el Renacimiento cuando surjan autores ascéticos y místicos; por ello se habla de un Renacimiento español más original y variado que en el resto de Europa.

La literatura religiosa está encabezada por escritores como: Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, fray Luis de Granada, San Juan de Ávila y fray Juan de los Ángeles.

Miguel de Cervantes empieza a escribir sus primeras obras.

La poesía renacentista de este se dividió en dos escuelas: la Salmantina (Fray Luis de León) y la Sevillana (Fernando de Herrera).

En el teatro destaca la figura de Lope de Vega, que aún acaparará más importancia en el reinado de Felipe III, al igual que Miguel de Cervantes.

Entre los pintores más famosos destacan El Greco, Tiziano, Antonio Moro o Brueghel el Viejo. Alonso Sánchez Coello fue el pintor de cámara de Felipe II.

Es el apogeo de los arquitectos españoles, entre los que destacan Juan de Herrera, Juanelo Turriano, Francisco de Mora o Juan Bautista de Toledo, que tiene como resultado la aparición de un nuevo estilo, que se caracteriza por el predominio de los elementos constructivos, la ausencia decorativa, las líneas rectas y los volúmenes cúbicos. Este estilo sería bautizado posteriormente como estilo herreriano. Construyeron edificios religiosos y mortuorios como el Monasterio del Escorial o la Catedral de Valladolid; civiles o administrativos como la Casa de la Panadería, o militares como la Ciudadela de Pamplona.

De hecho, a esta época, en la que existen escritores y dramaturgos de gran talla, y acaban de nacer los que destacarán bajo el gobierno de Felipe III, se le conoce como el Siglo de Oro o el apogeo de la cultura española.

Continuó con la expansión en tierras americanas e incluso se agregaron a la Corona las islas Filipinas (Miguel López de Legazpi, 1565–1569), denominadas así en su honor. La colonización española de las islas codiciadas también por ingleses, holandeses y portugueses no se aseguró hasta 1565 cuando Miguel López de Legazpi, enviado por el Virrey de Nueva España construye el primer asentamiento español en Cebú. La ciudad de Manila, capital del archipiélago, se funda por el propio Legazpi en 1571. Una vez descubierto el circuito de corrientes oceánicas y vientos favorables para la navegación entre América y Filipinas, se establece la ruta regular de flotas entre Manila y Acapulco conocida como el Galeón de Manila.

Florida fue colonizada en 1565 por Pedro Menéndez de Avilés al fundar San Agustín, y al derrotar rápidamente un intento ilegal del capitán francés Jean Ribault y 150 hombres de establecer un puesto de aprovisionamiento en el territorio español. San Agustín se convirtió rápidamente en una base estratégica de defensa para los barcos españoles llenos de oro y plata que regresaban desde los dominios de las Indias.

En el Pacífico sur, frente a las costas del actual Chile, Juan Fernández descubrió una serie de islas entre los años y 1563 y 1574.[14] Le puso su propio nombre a ese archipiélago, quedando finalmente conocidas como Archipiélago Juan Fernández.

Los primeros europeos en llegar a las islas que hoy son Nueva Zelanda lo hicieron en el probable viaje de Juan Jufré y de Juan Fernández a Oceanía, ocasión en la cual habrían descubierto Nueva Zelanda para España, a finales de 1576; éste suceso se basa en un documento que se presentó a Felipe II y en vestigios arqueológicos (cascos estilo español) encontrados en cuevas en el extremo superior de la Isla Norte.[15]

Se ampliaron los dominios en África: Mazagán (incorporada al imperio por que era una colonia portuguesa), al igual que Casablanca, Tánger, Ceuta e Isla de Perejil. Se reconquistó a los árabes el Peñón de Vélez de la Gomera, en una operación a cargo de García Álvarez de Toledo y Osorio, marqués de Villafranca y Virrey de Cataluña.

Además, debido a la anexión de Portugal, también se añadieron las colonias que este territorio poseía en Asia: Macao, Nagasaki y Malaca.

Miguel Servet

Miguel Servet


Miguel Servet, llamado también Miguel de Villanueva, Michel de Villeneuve o, en latín, Michael Servetus (su nombre auténtico era Miguel Serveto y Conesa, alias «Revés») (Villanueva de Sigena, Huesca, 29 de septiembre de 1511[1] – Ginebra, 27 de octubre de 1553) fue un teólogo y científico español.

Sus intereses abarcaron muchas ciencias: astronomía, meteorología, geografía, jurisprudencia, teología y el estudio de la Biblia, matemáticas, anatomía y medicina.

Actualmente existe un consenso casi general en situar el lugar de nacimiento de Servet en Villanueva de Sigena, aunque hay investigadores que mantienen la opinión de que nació en Tudela de Navarra, basándose en los documentos en que Servet se atribuía dicho origen mientras mantenía en Francia la falsa identidad de Michel de Villeneuve, que haría alusión a su localidad natal, Villanueva de Sigena, donde se conserva la casa familiar, hoy convertida en centro de interpretación.[2]

Fue hijo de Antón Serveto, noble infanzón[3] y notario del Monasterio de Sigena, y de Catalina Conesa, que por línea materna descendía de la familia judeoconversa de los Zaporta. Tenía dos hermanos menores: Pedro, quien continuó con la notaría paterna, y Juan, que fue ordenado sacerdote.

Joven con dotes sobresalientes para las letras y gran conocedor del latín, griego y hebreo, Miguel abandonó su población de origen para ampliar estudios, quizá en el castillo de Montearagón.[4] Es aceptado como pupilo por fray Juan de Quintana, quien llegaría a ser confesor de Carlos I. Tras una estancia en Toulouse (Francia) para realizar estudios de Derecho, donde entra por primera vez en contacto con círculos próximos a la Reforma, viaja con Quintana por Italia y Alemania, como parte del séquito imperial, y presencia la coronación de Carlos V como emperador en Bolonia (1530).

Posteriormente abandona a su mentor e inicia un periplo por varias ciudades de Centroeuropa afines al naciente protestantismo. Establece una relación cada vez más difícil y polémica con algunos líderes reformadores, como Ecolampadio de Basilea, y se dirige más tarde a Estrasburgo, donde se relaciona con Bucer, y a Hagenau (ciudad alsaciana entonces perteneciente al Sacro Imperio Romano Germánico).

En 1531 publica De Trinitatis Erroribus (De los errores acerca de la Trinidad), que produjo gran escándalo entre los reformadores alemanes.[4] Tampoco caló bien en su patria, ya que Servet tuvo la osadía de enviar una copia al obispo de Zaragoza, quien no tardó en solicitar la intervención de la Inquisición. El año siguiente publicó Dialogorum de Trinitate (Diálogos sobre la Trinidad), acompañado de una obra suplementaria, De Iustitia Regni Christi (Sobre la Justicia del Reino de Dios). Otro opúsculo atribuido a Servet, aunque de datación imprecisa, es Declarationis Iesu Christi Filii Dei (Declaración de Jesucristo Hijo de Dios), también conocido como «Manuscrito de Stuttgart».[

En 1535 le encargaron la publicación y anotación de la Geografía de Claudio Ptolomeo, lo que llevó a cabo dando pruebas de su gran erudición. En Lyon fue la etapa más feliz de su vida. Conoció al médico Symphorien Champier, quien le anima a estudiar Medicina y fue a París.

En 1537 se matricula en la Universidad de París para estudiar Medicina. Allí estudia junto a los grandes médicos de la época, enseñando Matemáticas y Medicina en la Universidad. Sin embargo, pronto se encuentra en dificultades, puesto que dicta un curso de Astrología, en el que defendía la influencia de las estrellas en los eventos futuros (astrología judiciaria), lo cual, junto con un opúsculo en el que describe el uso de jarabes para administrar los remedios de la época, le enfrenta con la comunidad universitaria.

Deja de nuevo París y reside en diversas localidades de Francia, hasta que en Lyon se encuentra con el arzobispo de Viena del Delfinado, Pedro Palmier, al que había conocido previamente en París. De esta forma entra a su servicio como médico personal en 1541

Posiblemente mientras iba rumbo a Italia, por alguna razón Servet acaba haciendo una estancia en Ginebra, donde fue reconocido en la iglesia donde predicaba el propio Calvino (13 de agosto). La ciudad se regía por los principios de la Reforma tal como Calvino los había definido en sus Ordenanzas eclesiásticas, basadas en su obra magna, Institución de la religión cristiana.[10] Servet fue detenido y juzgado por herejía (por su negación de la Trinidad y por su defensa del bautismo a la edad adulta).

Servet sufrió grandes penalidades durante su cautiverio, como atestigua su carta al Consejo de Ginebra de 15 de septiembre de 1553.[11] Durante el juicio, sostuvo diversos debates de carácter teológico. El 22 de septiembre, Servet escribe una última alegación en la que culpa a Calvino de hacer acusaciones falsas de herejía contra él y solicita que también sea detenido e interrogado como él, y concluye: "Estaré contento de morir si no le convenzo tanto de esto como de otras cosas de que le acuso más abajo. Os pido Justicia, Señores, Justicia, Justicia, Justicia."[12] Finalizado el proceso, fueron consultadas las iglesias reformadas de los cantones de Zurich, Schaffhausen, Berna y Basilea, tras lo cual el acusado fue condenado y sentenciado a morir en la hoguera el 27 de octubre de 1553. En una carta fechada el día anterior, Calvino comentaba a Farel que Servet iba a ser condenado sin discusión y conducido al suplicio, y aseguraba que él había intentado cambiar la forma de su ejecución, aunque inútilmente.[13]

La sentencia dictada en su contra por el Consejo (Petit Counseil) de Ginebra dice:[14]

Contra Miguel Servet del Reino de Aragón, en España: Porque su libro llama a la Trinidad demonio y monstruo de tres cabezas; porque contraría a las Escrituras decir que Jesús Cristo es un hijo de David; y por decir que el bautismo de los pequeños infantes es una obra de la brujería, y por muchos otros puntos y artículos y execrables blasfemias con las que el libro está así dirigido contra Dios y la sagrada doctrina evangélica, para seducir y defraudar a los pobres ignorantes.

Por estas y otras razones te condenamos, M. Servet, a que te aten y lleven al lugar de Champel, que allí te sujeten a una estaca y te quemen vivo, junto a tu libro manuscrito e impreso, hasta que tu cuerpo quede reducido a cenizas, y así termines tus días para que quedes como ejemplo para otros que quieran cometer lo mismo.

Independientemente de la importancia de sus descubrimientos fisiológicos o de su labor como polemista religioso, los sucesos que acarrearon el juicio y muerte de Miguel Servet se han considerado como punto de arranque de la discusión que condujo al reconocimiento de la libertad de pensamiento y de expresión de las ideas.[15] Asimismo, las Iglesias Unitarias, surgidas de los movimientos antitrinitarios del siglo XVI y posteriores, consideran a Servet su pionero y primer mártir.

La ejecución de Servet escandalizó a muchos pensadores de toda Europa, principalmente en el ámbito protestante, que se oponían a que se matara a las personas por razones de fe. Destaca particularmente la defensa de Servet que realizó Sebastián Castellion: «Matar a un hombre no es defender una doctrina, es matar a un hombre. Cuando los ginebrinos ejecutaron a Servet, no defendieron una doctrina, mataron a un hombre.»[16]

Por otro lado, desde mediados del siglo XIX y principios del XX, Servet comenzó a ser reivindicado por partidarios del librepensamiento, que veían en su ejecución una prueba de los peligros que conlleva el fanatismo religioso, aunque a menudo como resultado de un análisis superficial y sin tener en cuenta la obra y conceptos teológicos del propio Servet.[17]

Marian Hillar, estudioso polaco-norteamericano de la obra de Servet, hizo la siguiente evaluación sobre el impacto perdurable que tuvo la ejecución del erudito español: «Fue el punto de inflexión en la ideología y mentalidad dominantes desde el siglo IV. [...] Históricamente hablando, Servet murió para que la libertad de conciencia se convirtiera en un derecho civil en la sociedad moderna»

Antonio Machado

Antonio Machado


Antonio Machado Ruiz (Sevilla, 26 de julio de 1875 - Collioure, Francia, 22 de febrero de 1939) fue un poeta español, miembro tardío de la Generación del 98, cuya obra inicial suele inscribirse en el movimiento literario denominado Modernismo. Fue uno de los miembros más representativos de la denominada Generación del 98.

Antonio Machado nació el 26 de julio de 1875 en Sevilla. Fue el segundo de cinco hermanos de una familia liberal; el mayor, Manuel, trabajó junto a Antonio en varias obras. Su padre, Antonio Machado Álvarez "Demófilo", amigo de Joaquín Costa y de Francisco Giner de los Ríos, publicó numerosos estudios sobre el folclore andaluz y gallego. Su madre, Ana Ruiz. Su abuelo, Antonio Machado Núñez, era médico y profesor de Ciencias Naturales.

En 1883, su abuelo fue nombrado profesor de la Universidad Central de Madrid y toda la familia se traslada con él a dicha ciudad. Antonio Machado completa entonces su formación en la célebre Institución Libre de Enseñanza, fundada por Francisco Giner de los Ríos.

En 1889 empieza sus estudios de bachillerato, primero en el instituto San Isidro y después en Cardenal Cisneros. Es en esa época cuando se aficiona al teatro junto a su hermano, y comienza a asistir a tertulias. Machado interrumpe varias veces sus estudios, afectado por los problemas económicos de su familia tras la muerte de su padre por tuberculosis en 1893 y su abuelo, tres años más tarde. El influjo familiar y su centro de estudios marcaron su camino intelectual. Por aquella época, conoce a Valle-Inclán en una tertulia. Trabaja en la parte de los verbos, en el Diccionario de ideas afines.

En 1899, Antonio Machado viaja a París, donde vive su hermano el poeta Manuel, con quien en lo sucesivo emprenderá una carrera conjunta de autores dramáticos, y trabaja de traductor para la Editorial Garnier. Allí entrará en contacto con, por ejemplo, Oscar Wilde y Pío Baroja y asiste a las clases del filósofo Henri Bergson, que le impresionan profundamente. Vuelve a España y trabaja de actor mientras alcanza el título de bachiller.

En 1902 vuelve a París y conoce a Rubén Darío. De vuelta a Madrid entabla amistad con Juan Ramón Jiménez y publica Soledades (1903).

En 1907 publica Soledades, Galerías y Otros poemas, una versión ampliada de Soledades, y gana las oposiciones al puesto de catedrático de francés. Elige la vacante del instituto de Soria, donde entabla amistad con Vicente García de Diego que era catedrático de latín y griego del mismo instituto. Conoce a Leonor Izquierdo, que trabajaba en casa de Vicente García de Diego, con la que se casará tres años después; teniendo ella 15 y él 34 años.

En 1911 viajará a París al conseguir una beca para ampliar sus estudios.

Leonor cae enferma de tuberculosis y muere en 1912, lo que sume a Machado en una gran depresión y éste solicita su traslado a Baeza (Jaén), donde vivirá con su madre dedicado a la enseñanza y al estudio. Durante siete años, hasta 1919, el poeta enseña Gramática Francesa en el Instituto de Bachillerato instalado en la Antigua Universidad baezana.

En 1912 publica Campos de Castilla, obra en la que el autor se separa de los rasgos modernistas que presentaba su obra Soledades y del intimisimo hacia el que había evolucionado en Soledades, galerías y otros poemas, acercándose a las inquietudes patrióticas de los autores de la Generación del 98; en efecto, ha mantenido una amplia correspondencia epistolar con Miguel de Unamuno y algunas de sus ideas se reflejan en este libro. En Baeza, en 1917, conoce a Federico García Lorca, con el que entabló gran amistad.

En 1919 se traslada a Segovia, donde encontrará un ambiente cultural más acorde con sus gustos y comenzará a participar en las actividades de la reciente Universidad Popular, que tiene como objetivo la extensión de la cultura a los sectores sociales tradicionalmente más apartados de ella. Así, fue profesor de francés en el Instituto de Segovia,[1] donde conoció a Mariano Quintanilla. Continuará hasta 1932.

En 1932 se le concede un puesto de profesor en el Instituto Calderón de la Barca, de Madrid.

Escribe textos en prosa que luego serán recogidos en los dos apócrifos Juan de Mairena y Abel Martín. Por entonces corteja a una dama casada, Pilar Valderrama, que en los versos de Nuevas canciones (1924), su último libro de poesía, progresivamente ampliado, como los otros, aparece bajo el nombre de Guiomar. Siente un gran interés por la Filosofía y se licencia a trancas y barrancas en esta materia en la Universidad Central.

Con el estallido de la Guerra Civil Española marcha a Valencia. Vivió en la localidad de Rocafort desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1938. En 1937 publica La guerra. Entre 1937 y 1939, Machado publica un total de 26 artículos en La Vanguardia (que en aquella época era el órgano de expresión del gobierno de la República y recogía firmas de los más destacados intelectuales y escritores que apoyaron la causa republicana).

A finales de enero de 1939, y ante la inminente ocupación de la ciudad, sale de Barcelona. Tras unos primeros días en Raset (Girona), pasa su última noche en España, la del 26 al 27 de enero, en Viladasens. En la tarde del día 28 llega finalmente a Collioure (Francia), en donde muere el día 22 de febrero en el Hotel Bougnol-Quintana. A los tres días, fallece su madre. En el bolsillo de su abrigo se encuentra un último verso: "Estos días azules y este sol de la infancia".

Alfonso X el Sabio

Alfonso X el Sabio


Alfonso X de Castilla (Toledo, 23 de noviembre de 1221 — Sevilla, 4 de abril de 1284), llamado «el Sabio», fue rey de Castilla[1] (1252-1284).

A la muerte de su padre, Fernando III El Santo, reanudó la ofensiva contra los musulmanes, ocupando Jerez (1253) y Cádiz (c. 1262). En 1264 tuvo que hacer frente a una importante revuelta de los mudéjares de Murcia y el valle del Guadalquivir. Como hijo de Beatriz de Suabia, aspiró al trono del Sacro Imperio Romano Germánico, proyecto al que dedicó más de la mitad de su reinado sin obtener éxito alguno. Los últimos años de su reinado fueron especialmente sombríos, debido al conflicto sucesorio provocado por la muerte prematura de Fernando de la Cerda, primogénito de Alfonso X, y la minoridad de sus hijos, lo que desembocó en la rebelión abierta del infante Sancho y gran parte de la nobleza y las ciudades del reino. Alfonso murió en Sevilla durante el transcurso de esta revuelta, no sin antes haber desheredado a su hijo Sancho.

Llevó a cabo una activa y beneficiosa política económica, reformando la moneda y la hacienda, concediendo numerosas ferias y reconociendo al Honrado Consejo de la Mesta.

También es reconocido por la obra literaria, científica, histórica y jurídica realizada por su escritorio real. Alfonso X patrocinó, supervisó y a menudo participó con su propia escritura y en colaboración con un conjunto de intelectuales latinos, hebreos e islámicos conocido como Escuela de Traductores de Toledo, en la composición de una ingente obra literaria que inicia en buena medida la prosa en castellano.

En 1935, se le reconoce como astrónomo nombrándole en su honor el cráter lunar «Alphonsus».[

Hijo primogénito de Fernando III el Santo y de Beatriz de Suabia (hija de Felipe, rey de Alemania, y nieta del emperador Federico I Barbarroja). Para encargarse de su crianza fueron designados como ayos García Fernández de Villaldemiro y su mujer Mayor Arias de Limia. Después de una primera residencia en Burgos, el pequeño Alfonso pudo ser educado en las propiedades que tenían sus cuidadores en Orense, donde aprendería el galaicoportugués[3] que utilizó en las Cantigas compuestas en su scriptorium y, al menos diez de ellas, seguramente debidas al mismo rey.[4] Ya en la Corte de Toledo, recibió una esmerada educación en múltiples campos, a la vez que empezó a relacionarse con los herederos de las principales familias nobles de los reinos de Castilla y de León.

Cumplida la mayoría de edad a los diecinueve años, Alfonso utiliza oficialmente el título de heredero y comienza a ejercer actividades de gobierno en el reino de León. Poco después, afronta diversas operaciones militares:

En 1243, debido a la enfermedad que sufría su padre, el infante se hizo cargo de la campaña de conquista del reino de Murcia (1243-1245), con la ayuda de ciertos caudillos musulmanes del territorio. En el transcurso de estas operaciones firmó el Tratado de Almizra (26 de marzo de 1244) con Jaime I de Aragón, su futuro suegro, estableciendo las fronteras entre ambos reinos.

En 1246-1247 participó en la guerra civil portuguesa, apoyando a Sancho II de Portugal frente a su rival Alfonso de Bolonia.

En 1247-1248 colaboró en primera línea en la conquista de Sevilla. A causa de la quebrantada salud de su padre, Alfonso se ocupó del reparto entre los miembros de la hueste de los nuevos territorios adquiridos, así como de distintas labores de gobierno.

Dos años antes de la toma de la capital hispalense se habían celebrado los esponsales de Alfonso con la infanta Violante de Aragón, aunque hasta el 29 de enero de 1249 no se celebró la boda, que fue en Valladolid.

El 30 de mayo de 1252 murió Fernando III, y el 1 de junio fue proclamado rey Alfonso X.

Fue el del Rey Sabio un reinado reformador, que iniciaría el proceso que desembocaría en el Estado Moderno de época de los Reyes Católicos. Fundamentó, asimismo, la supremacía de Castilla entre los reinos peninsulares. Alfonso X pretendía renovar y unificar los diversos fueros que regían sus dominios. Para lograr ese objetivo, el primer paso fue la redacción del Fuero Real para las ciudades del país

El Espéculo sería la primera redacción de un código legal unificado, en la línea del Fuero Real. Sería promulgado en 1255. Sin embargo, al año siguiente llegó una embajada de la ciudad italiana de Pisa ofreciendo a Alfonso su apoyo para optar al trono imperial. El rey castellano decidió entonces que su equipo de juristas elaborara un nuevo código legal ampliado, basado en el Espéculo y en el Derecho romano-canónico. Se trata de las Siete Partidas, redactadas entre 1256 y 1265.

Las reformas legislativas del rey produjeron el rechazo de elementos ciudadanos y nobiliarios, cuyos privilegios se veían amenazados por la creciente intervención del Estado en las legislaciones privativas. Este rechazo fue una de las causas de la gran rebelión nobiliaria de 1272.

En 1256 Alfonso X recibía una embajada de la república de Pisa en Soria. Venía para ofrecerle su apoyo para ser candidato a "emperador" y "rey de romanos", cargo vacante desde la muerte de Guillermo de Holanda. Y es que Alfonso pertenecía, por ser hijo de Beatriz de Suabia, a la familia alemana de los Hohenstaufen, que alegaba ser la depositaria de los derechos al Imperio.

Alfonso X aceptó la oferta pisana y procedió, mediante el envío de diplomáticos, dinero e incluso tropas a las ciudades gibelinas de Italia, a recabar apoyo para su aspiración imperial. Sin embargo, encontró muchas dificultades en este empeño, pues a la existencia de un candidato alternativo, Ricardo de Cornualles (hermano de Enrique III de Inglaterra), se unía la enemistad del Papado, interesado en debilitar el Imperio. Por otra parte estaba el complejo sistema de elección del emperador, que correspondía a siete príncipes electores. Tres de ellos votaron por Ricardo, mientras que cuatro lo hicieron por Alfonso (1257). Sin embargo, el inglés viajó rápidamente a Aquisgrán, donde fue coronado junto a la tumba del primer emperador medieval de Europa Occidental, Carlomagno. El castellano, en cambio, permaneció en sus reinos, con lo que perdió su oportunidad de hacer valer su elección como Rey de Romanos. Nunca pisaría tierra germana.

En los años posteriores Alfonso obligó a sus súbditos a desembolsar enormes cantidades de dinero para sufragar sus gestiones para ser coronado emperador por el papa, así como para apoyar militar y financieramente a sus partidarios en Italia y Alemania. Desgraciadamente para el monarca castellano, la Iglesia romana fue alargando el pleito hasta que Alfonso se vio obligado a renunciar en 1275, tras una entrevista en Beaucaire con el papa Gregorio X.

Detrás de este contencioso pudo estar la intención del Rey Sabio de verse reconocido como superior por los otros reyes peninsulares, recuperando la vieja supremacía teórica que había tenido su antepasado Alfonso VII el Emperador.

Alfonso X el Sabio falleció en la ciudad de Sevilla el día 4 de abril de 1284. La Crónica de Alfonso X recoge los últimos momentos del monarca:

"E en este tiempo adolescio el rey Don Alfonso en Sevilla, en guisa que llegó a muerte: e veyendo que non podría guarir, el infante Don Juan demandole que le mandase dar el el reinado de Sevilla o el de Badajoz con todas las otras villas que tenia, e commo quier que le dio buena respuesta, pero él non lo quiso facer. E cuando fue afincado de la dolencia, dijo ante todos que perdonaba al infante don Sancho, su fijo heredero, que lo ficiera con mancebia, e que perdonaba a todos los sus naturales de los reynos el yerro que ficieron contra él: e mandó facer luego cartas desto, selladas con sus sellos de oro, porque fuesen ciertos todos los de los reinos que avia perdido querella dellos, e que los perdonaba porque fincasen sin blasmo ninguno. E desque esto ovo acabado e librado, recibio el cuerpo de Dios muy devotamente, e a poca de hora dio el alma a Dios. E el infante Don Juan e todos los ricos omes, e la reina de Portogal, su fija, e los otros infantes sus fijos, ficieron muy grand llanto por él: e despues enterraronlo en Santa Maria de Sevilla, cerca del rey Don Fernando su padre, e de la reina Doña Beatriz su madre."

Severo Ochoa

Severo Ochoa


Severo Ochoa de Albornoz (Luarca, Asturias, 24 de septiembre de 1905 — Madrid, 1 de noviembre de 1993), científico de nacionalidad española y desde 1956 también estadounidense. En 1959 fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina.

Pasó por Alemania, luego en el Reino Unido, y en 1940 pasó a afincarse en los Estados Unidos (1941, Universidad Washington de San Luis; 1945, Universidad de Nueva York), donde el matrimonio Ochoa se nacionalizó estadounidense en 1956. Por aquellos años había realizado investigaciones sobre farmacología y bioquímica, que le valieron la medalla Bewberg (1951).

En 1954, prosiguiendo con sus trabajos sobre la fosforilación oxidativa, descubrió una enzima, la polinucleótido fosforilasa, capaz de sintetizar in vitro ARN a partir de ribonucleosidodifosfatos.

En 1955 Ochoa publicó en Journal of the American Chemical Society con la bioquímica francorrusa Marianne Grunberg-Manago, el aislamiento de una enzima del colibacilo que cataliza la síntesis de ARN, el intermediario entre el ADN y las proteínas. Los descubridores llamaron «polinucleótido-fosforilasa» a la enzima, conocida luego como PNPasa, tratándose de una polirribonucleótido nucleotidil-transferasa. El descubrimiento de la polinucleótido fosforilasa dio lugar a la preparación de polinucleótidos sintéticos de distinta composición de bases con los que el grupo de Severo Ochoa, en paralelo con el grupo de Marshall Nirenberg, llegaron al desciframiento de la clave genética.

En 1956, el norteamericano Arthur Kornberg, discípulo de Ochoa, demostró que el ADN se sintetiza igualmente mediante su polimerasa. Ambos compartieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1959 por sus respectivos hallazgos. Severo Ochoa desempeñó un papel importante en la creación de la Sociedad Española de Bioquímica en 1963, hoy Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular y participó posteriormente asidua y activamente en los Congresos de la Sociedad.

A partir de 1964 Severo Ochoa se adentró, por una parte, en los mecanismos de replicación de los virus que tienen ARN como material genético, describiendo las etapas fundamentales del proceso, y, por otra parte, en los mecanismos de síntesis de proteínas, con especial atención al proceso de iniciación, tanto en organismos procarióticos como en eucarióticos, siendo pionero en el descubrimiento de los factores de iniciación de la traducción. España quiso recuperar su magisterio, y al efecto en 1971 se creaba para él en Madrid el Centro de Biología Molecular. En 1974 se trasladó como Investigador Distinguido al Instituto Roche de Biología Molecular en Nueva Jersey. Se jubiló en la Universidad de Nueva York en 1975.

Desde 1977 compartía sus actividades en el Instituto Roche de Biología Molecular en New Jersey con sus frecuentes estancias en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa en Madrid, Centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad Autónoma de Madrid, cuya creación había promovido.

En 1985 volvió definitivamente a España, al Centro de Biología Molecular ‘Severo Ochoa’, del que era Director Honorario. En 1987 ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina de España, y fue nombrado presidente de la Fundación Jiménez Díaz. Murió el 1 de noviembre de 1993. En su testamento creó la Fundación Carmen y Severo Ochoa, de cuyo patronato forman parte algunos de sus discípulos españoles.

Isabel la Católica

Isabel la Católica


La mejor reina que ha tenido un pais. Isabel I de Castilla, llamada la Católica (Madrigal de las Altas Torres, 22 de abril de 1451 - Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504) fue Reina de Castilla[1] desde 1474 hasta 1504, también reina consorte de Sicilia desde 1469 y de Aragón desde 1479.

Isabel de Castilla, hija de Juan II de Castilla y de su segunda mujer, Isabel de Portugal (1428-1496), nació en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) el 22 de abril, Jueves Santo, de 1451 en el palacio que hoy ocupa del Monasterio de Nuestra Señora de Gracia. El lugar y la fecha de nacimiento han sido históricamente discutidos, toda vez que cuando nace, nadie es consciente de la importancia que esa niña iba a tener en el futuro. Madrigal era entonces una pequeña villa de realengo donde circunstancialmente residía su madre, Isabel de Aviz, y de ella recibe el nombre que entonces no era frecuente en España.

Dos años después, en Tordesillas, nacerá su hermano Alfonso. Con anterioridad, y fruto del matrimonio entre Juan II de Castilla y María de Aragón, había nacido Enrique, hermano de padre de Isabel, que ocuparía el trono en 1454 y sería conocido como Enrique IV el Impotente.

A la muerte de su padre en 1454, se retiró con su madre y su hermano Alfonso a la villa de Arévalo, donde vería los ataques de locura de su madre Isabel. Esta es una época de dificultades, incluso económicas, pues aunque su padre había dejado importantes disposiciones testamentarias en favor de su madre, de ella, el rey Enrique IV las incumple reiteradamente. En esta adversidad Isabel se fortaleció con lecturas evangélicas y libros de piedad. También le ayudó su amistad con Santa Beatriz de Silva (1424 - 1491), a la que luego ayudaría en la fundación de la Orden de las Concepcionistas Franciscanas y a la que donó los palacios de Galiana. Otros personajes importantes en este momento y en general en su vida fueron Gutierre de Cárdenas, su esposa Teresa Enríquez y Gonzalo Chacon.

En 1461, Isabel y su hermano Alfonso son trasladados a Segovia, lugar donde se emplazaba la Corte, por estar cercano el nacimiento de la hija de los reyes, doña Juana de Castilla. Pronto se la apodó Juana la Beltraneja, pues, según los rumores de la época, era hija de la reina, doña Juana de Portugal, y de Beltrán de la Cueva.

Los nobles, ansiosos de poder, enfrentaron a su hermano Alfonso con su hermanastro el rey Enrique, deponiéndolo en la "Farsa de Ávila". En 1468, su hermano Alfonso murió, al parecer, envenenado, en Cardeñosa. En un principio, se pensó que fue víctima de la peste, pero el médico que examinó el cadáver no encontró ningún indicio de tal enfermedad.

A pesar de las presiones de los nobles, ella rechazó proclamarse reina mientras Enrique IV estuviera vivo. Por el contrario, consiguió que su hermanastro le otorgase el título de Princesa de Asturias, en una ceremonia que tuvo lugar en los Toros de Guisando, el 19 de septiembre de 1468, conocida como la Concordia de Guisando. Se dice que don Andrés de Cabrera, tesorero real, dijo al rey: "La virtud y la modestia de la infanta nos obligan a esperar que no tendrá más voluntad que la vuestra, ni alentará la ambición de los Grandes, pues no hubiese rehusado el título de Reina que la ofrecían contentándose con el de Princesa que, a su entender, le pertenece." Isabel se constituyó así como heredera a la corona, por delante de su sobrina y ahijada de bautismo, Juana la Beltraneja, a quien no se consideraba legitimada para ocupar el trono, por las dudas que había sobre su paternidad.

Llegó al trono tras vencer en la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1480), enfrentándose con los partidarios de su sobrina Juana.

Isabel se proclama Reina de Castilla el 13 de diciembre de 1474 en Segovia, tomando como base el Tratado de los Toros de Guisando. Desde el Alcázar de Segovia se dirigió a la Iglesia de San Miguel, contigua a la plaza mayor. Tras jurar por Dios, por la Cruz y por los Evangelios que sería obediente a los mandamientos de la Santa Iglesia, le juraron lealtad. Luego, entró en el interior del templo, portando el pendón de Castilla y abrazada a sus pliegues.

Fue una mujer de mucho carácter y con mucha decisión propia. Con sus hijos fue severa, pero buena madre, haciéndoles entender que tenían unas obligaciones por su rango de hijos de reyes, y que debían sacrificarse mucho por ese motivo.

Creyó en los proyectos de Cristóbal Colón a pesar de las muchas críticas y reacciones políticas adversas de la Corte y los científicos; una leyenda dice que financió con sus joyas el viaje que llevaría al descubrimiento de América. Realmente fue un grupo de mercaderes, los mismos que financiaron la visita de Fernando de Aragón para casarla. Durante el reinado común con Fernando se produjeron hechos de gran trascendencia para el futuro del reino, como el establecimiento de la Santa Inquisición (1480), la creación de la Santa Hermandad, la incorporación del Reino nazarí de Granada, así como la unificación religiosa de la Corona Hispánica, basada en la conversión obligada de los judíos, so pena de expulsión (Edicto de Granada, 1492) y más tarde de los musulmanes. Por último, la anexión de Navarra (1512), (ya muerta la reina) significó el origen del futuro Reino de las Españas.

Firmó con Portugal el Tratado de Tordesillas (1494), un tratado de objetivos modestos (se trataba de repartirse zonas de pesca y navegación con los portugueses: aún no se conocía la importancia del viaje de Colón) pero que, en años posteriores, tuvo como resultado que Castilla y Portugal se repartieran el mundo. Por deseo de los comerciantes urbanos creó la Santa Hermandad, cuerpo de policía para la represión del bandidaje, creando unas condiciones mucho más seguras para el comercio y la economía.

Para sus campañas militares contó con el servicio de Gonzalo Fernández de Córdoba (El Gran Capitán), que intervino en la conquista de Granada (1492), en las dos primeras Guerras de Italia y en la toma de Cefalonia (1500).

Estos hechos, movidos tanto por interés político como religioso, fueron muy importantes y dieron un giro a lo que había sido hasta entonces una parte de la península dividida en varios reinos (por entonces, los portugueses se consideraban también parte de España; al cabo la península completa era la Hispania romana, de modo que los Reyes Católicos nunca tomaron el título de reyes de España) y cambiaron el curso de la historia en toda Europa.

Dada la histórica implicación de la Corona de Aragón en Italia y por razones puramente políticas, Fernando recibió el título de Rey Católico otorgado por el Papa Alejandro VI, que la historia y la costumbre han extendido a su mujer, Isabel I de Castilla.

Al final de sus días, las desgracias familiares se cebaron con ella, lo que valió que los cronistas de la época realizaran una similitud entre la virtuosa reina y la Virgen María en sus Dolores. La muerte de su querido hijo y el aborto de la esposa de éste, la muerte de su adorada primogénita y su nieto Miguel (que iba a unificar los Reinos de los Reyes Católicos con el de Portugal), la locura de Juana (que la desafió abiertamente en Medina del Campo) y los desaires de Felipe el Hermoso y la incertidumbre de su hija Catalina tras la muerte de su esposo inglés, la sumieron en una profunda tristeza que hizo que vistiera de luto íntegro. Su espiritualidad recia deja constancia en lo que dijo al conocer la triste noticia del fallecimiento de su hijo: "El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea su santo nombre."

Recluida en Medina del Campo, cuando enfermó de un cáncer de útero que la llevó a la tumba, mandó que las misas por su salud se tornaran por su alma, bien segura de su próximo fin. Consciente, pidió la Unción de los Enfermos y el Santísimo Sacramento, que recibió con singular piedad.

Falleció poco antes del mediodía del 26 de noviembre de 1504, en el Palacio Real de Medina del Campo (Valladolid).

Primeramente fue inhumada en San Francisco de la Alhambra, el 18 de diciembre de 1504, en una sencilla sepultura según su deseo. Actualmente, Isabel I, está enterrada en la Capilla Real de Granada, en un fastuoso sepulcro construido por su nieto, Carlos I (que fue profanado durante la Invasión Francesa), junto a su marido Fernando el Católico, su hija Juana I y el marido de ésta Felipe el Hermoso. También se enterró allí su nieto Miguel, que falleció a los 2 años de edad, hijo del rey Manuel I de Portugal y su hija Isabel.

En el museo de la Capilla Real se encuentran la corona y el cetro de la reina, quien además dotó a la Capilla Real de un importante grupo de cuadros (aún in situ), de Botticelli, Dirk Bouts y Hans Memling, entre otros.

Proceso de beatificación y canonización

Su supuesta vida de santidad y la beatitud de sus escritos han hecho plantearse en numerosas ocasiones su posible beatificación y canonización por la Iglesia Católica, de la que era fiel y amante hija. Iniciado en 1958 el proceso por la Archidiócesis de Valladolid, todo el episcopado español e hispanoamericano se muestra favorable, encabezados por los cardenales Rouco y Cañizares (que con grandes eventos y misas conmemoraron el Quinto Centenario de su muerte). Los principales opositores son los fieles de confesión mosaica (que contaban con la sensibilidad del anterior pontífice) y los que ven en ella a la figura mitificada del Franquismo.

Isabel, La Católica.A partir de este momento, Isabel pasa a residir en Ocaña, villa perteneciente a don Juan Pacheco, marqués de Villena. El rey inicia contactos diplomáticos con otras casas reales para lograr un acuerdo matrimonial que le reporte beneficios.

Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús


Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida por el nombre de Santa Teresa de Jesús o simplemente Santa Teresa de Ávila (Ávila, 28 de marzo de 1515 – Alba de Tormes, 4 de octubre de 1582), fue una religiosa, doctora de la Iglesia Católica, mística y escritora española, fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (o carmelitas).

Familia

Se llamaba Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, aunque generalmente usó el nombre de Teresa de Ahumada hasta que comenzó la reforma de la que se hablará más abajo, cambiando entonces su nombre por Teresa de Jesús.

El padre de Teresa era Alonso Sánchez de Cepeda, descendiente de familia judía conversa. Alonso tuvo dos mujeres. Con la primera, Catalina del Peso y Henao, tuvo tres hijos: María de Cepeda, Juan Jerónimo y Pedro. Con su segunda esposa, Beatriz Dávila y Ahumada, que murió cuando Teresa contaba unos 12 años, tuvo otros nueve: Fernando, Rodrigo, Teresa, Lorenzo, Antonio, Pedro Alonso, Jerónimo, Agustín y Juana.

Alonso Sánchez y su esposa Beatriz eran de familia noble. Consta que la segunda mujer estaba emparentada con muchas familias ilustres de Castilla. Según una tradición, su hermano Pedro Alonso Sánchez de Cepeda y Ahumada en 1562 llegó a lo que hoy día es Nicaragua, al puerto de El Realejo y de allí a El Viejo (actual departamento de Chinandega) con la imagen de la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción, para luego viajar al Perú. Los nativos se opusieron a que se llevara la imagen y ésta permanece hasta hoy en la Basílica Menor de El Viejo y es la Patrona de Nicaragua.

INFANCIA

Según relata en los escritos destinados a su confesor, reunidos en el libro Vida de Santa Teresa de Jesús, desde sus primeros años mostró Teresa una imaginación vehemente y apasionada. Su padre, aficionado a la lectura, tenía algunos romanceros; esta lectura y las prácticas piadosas comenzaron a despertar el corazón y la inteligencia de la pequeña Teresa con seis o siete años de edad.

En dicho tiempo pensó ya en sufrir el martirio, para lo cual, ella y uno de sus hermanos, Rodrigo, un año mayor, trataron de ir a las «tierras de infieles», es decir, tierras ocupadas por musulmanes, pidiendo limosna, para que allí los descabezasen. Su tío los trajo de vuelta a casa. Convencidos de que su proyecto era irrealizable, los dos hermanos acordaron ser ermitaños. Teresa escribe:

En una huerta que había en casa, procurábamos como podíamos, hacer ermitas, poniendo unas pedrecitas, que luego se nos caían, y ansí no hallábamos remedio en nada para nuestro deseo... Hacía (yo) limosna como podía, y podía poco. Procuraba soledad para rezar mis devociones, que eran hartas, en especial el rosario... Gustaba (yo) mucho cuando jugaba con otras niñas, hacer monasterios como que éramos monjas.

Parece que perdió a su madre hacia 1527, o sea a los 12 años de edad. Ya en aquel tiempo su vocación religiosa había sido continuamente demostrada. Aficionada a la lectura de libros de caballerías, olvidó sus juegos de la niñez. He aquí sus palabras:

Comencé a traer galas, y a desear contentar en parecer bien, un mucho cuidado de manos y cabello y olores, y todas las vanidades que en esto podía tener, que eran hartas, por ser muy curiosa... Tenía primos hermanos algunos... eran casi de mi edad, poco mayores que yo; andábamos siempre juntos, teníanme gran amor y en todas las cosas que les daba contento, los sustentaba plática y oía sucesos de sus aficiones y niñerías, no nada buenas... Tomé todo el daño de una parienta (se cree que una prima), que trataba mucho en casa... Con ella era mi conversación y pláticas, porque me ayudaba a todas las cosas de pasatiempo, que yo quería, y aun me ponía en ellas, y daba parte de sus conversaciones y vanidades. Hasta que traté con ella, que fue de edad de catorce años... no me parece había dejado a Dios por culpa mortal.

Pedro tiene una cabesa del tebeo!

Mudanza física y espiritual

Acometida de grave enfermedad, tuvo que volver a casa de su padre, y ya curada, la llevaron al lado de su hermana María de Cepeda, que con su marido, don Martín de Guzmán y Barrientos, vivía en Castellanos de la Cañada, alquería de la dehesa que lleva dicho nombre, hoy sita en el termino municipal de Zapardiel de la Cañada (Ávila). Luchando consigo misma, llegó a decir a su padre que deseaba ser monja, pues creía ella, dado su carácter, que el haberlo dicho bastaría para no volverse atrás. Su padre contestó que no lo consentiría mientras él viviera. Sin embargo, Teresa dejó la casa paterna, entró (2 de noviembre de 1533) en el convento de la Encarnación, en Ávila, y allí profesó el 3 de noviembre de 1534.

Tras entrar al convento su estado de salud empeoró. Padeció desmayos, una cardiopatía no definida y otras molestias. Así pasó el primer año. Para curarla, la llevó su padre (1535) a Castellanos de la Cañada, con su hermana. En dicha aldea permaneció Teresa hasta la primavera de 1536. En Castellanos de la Cañada habría logrado (1535) la conversión de un clérigo concubinario. Entonces pasó a Becedas (Ávila). De vuelta en Ávila (Domingo de Ramos de 1537), sufrió (julio) un parasismo de cuatro días en casa de su padre. Quedó paralítica por más de dos años. Antes y después del parasismo, sus padecimientos físicos fueron extraordinarios.

Favores espirituales

A mediados de 1539 Teresa quedó sanada según ella por San José. Con la salud volvieron las aficiones mundanas, fáciles de satisfacer, puesto que la clausura a todas las religiosas no se impuso como obligatoria hasta 1563. Vivía Teresa de nuevo en el convento, donde recibía frecuentes visitas.

Languideció según ella entonces su espíritu, y dejó la oración (1541). Afirma que luego se le apareció Jesucristo (1542) en el locutorio con semblante airado, reprendiéndole su trato familiar con seglares. No obstante, permaneció Teresa en él durante muchos años, hasta que se movió a dejar el trato de seglares (1555) a la vista de una imagen de Jesús crucificado.

Ya había perdido a su padre (1541), cuyas últimas palabras le hicieron profunda impresión. El sacerdote que le había asistido en sus últimos momentos (el Dominico Vicente Barón), se encargó de dirigir la conciencia de Teresa, la cual, hasta la fecha citada, conociendo sus faltas, no quería corregirlas. Al cabo Teresa se confortó con la lectura de las Confesiones, de San Agustín. Los Jesuitas Juan de Prádanos y Baltasar Álvarez fundaron en Ávila un colegio de la Compañía (1555).

Teresa confesó con Prádanos; al año siguiente (1556) comenzó a sentir grandes favores espirituales, y poco después se vio animada (1557) por San Francisco de Borja. Tuvo en 1558 su primer rapto y la visión del infierno; tomó por confesor (1559) a Baltasar Álvarez, que dirigió su conciencia durante unos seis años, y disfrutó, dice, de grandes favores celestiales, entre los que se contó la visión de Jesús resucitado. Hizo voto (1560) de aspirar siempre a lo más perfecto; San Pedro de Alcántara aprobó su espíritu, y San Luis Beltrán la animó a llevar adelante su proyecto de reformar la Orden del Carmen, concebido hacia dicho año.

Quería Teresa fundar en Ávila un monasterio para la estricta observancia de la regla de su orden, que comprendía la obligación de la pobreza, de la soledad y del silencio. Por mandato de su confesor, el dominico Pedro Ibáñez, escribió su vida (1561), trabajo que terminó hacia junio de 1562; añadió, por orden de fray García de Toledo, la fundación de San José; y por consejo de Soto volvió a escribir su vida en 1566.

Aquí es oportuno copiar al biógrafo francés Pierre Boudot:

En todas las páginas (del libro de su vida) se ven las huellas de una pasión viva, de una franqueza conmovedora, y de un iluminismo consagrado por la fe de fieles. Todas sus revelaciones atestiguan que creía firmemente en una unión espiritual entre ella y Jesucristo; veía a Dios, la Virgen, los santos y los ángeles en todo su esplendor, y de lo alto recibía inspiraciones que aprovechaba para la disciplina de su vida interior. En su juventud las aspiraciones que tuvo fueron raras y parecen confusas; sólo en plena edad madura se hicieron más distintas, más numerosas y también más extraordinarias. Pasaba de los cuarenta y tres años cuando por vez primera vivió un éxtasis. Sus visiones intelectuales se sucedieron sin interrupción durante dos años y medio (1559–1561). Sea por desconfianza, sea para probarla, sus superiores le prohibieron que se abandonase a estos fervores de devoción mística, que eran para ella una segunda vida, y la ordenaron que resistiera a estos arrobamientos, en que su salud se consumía. Obedeció ella, mas a pesar de sus esfuerzos, su oración era tan continua que ni aun el sueño podía interrumpir su curso. Al mismo tiempo, abrasada de un violento deseo de ver a Dios, se sentía morir. En este estado singular tuvo en varias ocasiones la visión que dio origen al establecimiento de una fiesta particular en la Orden del Carmelo.

Alude el biógrafo francés al suceso (1559) que refiere la santa en estas líneas:

Vi a un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal... No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parece todos se abrasan... Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas: al sacarle me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal, sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento... Los días que duraba esto andaba como embobada, no quisiera ver ni hablar, sino abrasarme con mi pena, que para mí era mayor gloria, que cuantas hayan tomado lo criado.

Vida de Santa Teresa, cap. XXIX

Para perpetuar la memoria de dicha misteriosa herida, el Papa Benedicto XIII, a petición de los Carmelitas de España e Italia, estableció (1726) la fiesta de la transverberación del corazón de Santa Teresa. El biógrafo francés agrega:

Hasta exhalar el último suspiro Teresa gozó la dicha de conversar con las personas divinas, que la consolaban o revelaban ciertos secretos del cielo; la de ser transportada al infierno o al purgatorio, y aun la de presentir lo venidero.

Inicio de las fundaciones a lo largo de España

A fines de 1561 recibió Teresa cierta cantidad de dinero que le remitió desde el Perú uno de sus hermanos, y con ella se ayudó para continuar la proyectada fundación del convento de San José. Para la misma obra contó con el concurso de su hermana Juana, a cuyo hijo Gonzalo se dice que resucitó la santa. Esta, a principios de 1562, marchó a Toledo a casa de doña Luisa de la Cerda, en donde estuvo hasta junio. En el mismo año conoció al padre Báñez, que fue luego su principal director, y a fray García de Toledo, ambos dominicos.

Descontenta con la «relajación» de las normas que en 1432 habían sido mitigadas por Eugenio IV, Teresa decidió reformar la orden para volver a la austeridad, la pobreza y la clausura que consideraba el auténtico espíritu carmelitano. Pidió consejo a Francisco de Borja y a Pedro de Alcántara que aprobaron su espíritu y su doctrina.

Después de dos años de luchas llegó a sus manos la bula de Pío IV para la erección del convento de San José, en Ávila, ciudad a la que había regresado Teresa. Se abrió el monasterio de San José (24 de agosto de 1562); tomaron el hábito cuatro novicias en la nueva Orden de las Carmelitas Descalzas de San José; hubo alborotos en Ávila; se obligó a la santa a regresar al convento de la Encarnación, y, calmados los ánimos, vivió Teresa cuatro años en el convento de San José con gran austeridad. Las religiosas adictas a la reforma de Teresa, dormían sobre un jergón de paja; llevaban sandalias de cuero o madera; consagraban ocho meses del año a los rigores del ayuno y se abstenían por completo de comer carne. Teresa no quiso para ella ninguna distinción, antes bien siguió confundida con las demás religiosas no pocos años.

La reforma propugnada por Teresa junto a San Juan de la Cruz, que, como se verá, comprendió también a los hombres, se llamó de los Carmelitas Descalzos, y progresó rápidamente, no obstante los escasos recursos de que disponía la santa. El padre Rossi, general del Carmen, visitó (1567) el convento de San José, lo aprobó, y dio permiso a Teresa para fundar otros de mujeres y dos de hombres. La santa, en aquel año, marchó a Medina del Campo para posesionarse de otro convento; estuvo en Madrid, y en Alcalá de Henares arregló el convento de descalzas fundado por su amiga María de Jesús. Por entonces se empezó a tratar de la reforma para hombres. En 1562 llegó a Malagón y fundó otro monasterio de la reforma. El monasterio fue bendecido en su inauguración el día de Ramos (11 de abril) de 1568. Como anécdota y dato curioso cabe decir que en la celda del monasterio que ocupó Santa Teresa hay una imagen suya sentada escribiendo en una pequeña mesa y que sólo se expone una vez cada 100 años en esa iglesia. Actualmente, en el monasterio viven carmelitas de clausura.

De Malagón se trasladó Teresa a Toledo, a donde llegó enferma (1568), y tras corta residencia en Escalona, regresó a la ciudad de Ávila. De ella salió para Valladolid; allí dejó establecido otro convento, y por Medina y Duruelo de Blascomillan (Ávila), volvió al de Ávila (1569). Pasó a Toledo y Madrid; de aquí otra vez a Toledo, ciudad en la que experimentó muchas dificultades para la fundación de un convento, la cual quedó hecha a 13 de mayo, y vencidos otros obstáculos, tomó posesión del monasterio de Pastrana (9 de julio). De vuelta en Toledo, allí permaneció un año, durante el cual hizo algunas breves excursiones a Medina, Valladolid y Pastrana. En Duruelo de Blascomillan (Ávila) se había fundado el primer convento de hombres (1568). Se afirma que vio Teresa milagrosamente el martirio del Padre Acevedo y otros 40 Jesuitas asesinados (1570) por el pirata protestante Jacobo Soria. Tras una visita a Pastrana, de donde regresó a Toledo, entró en Ávila (agosto).

Poco después se fundaba en Alcalá el tercer convento de descalzos, y en Salamanca, ciudad en que estuvo la santa, el séptimo de descalzas, al que siguió otro de mujeres en Alba de Tormes (25 de enero de 1571). De Alba volvió Teresa a Salamanca, siendo hospedada en el palacio de los condes de Monterrey; pasó a Medina, y de vuelta en Ávila, aceptó el priorato del convento de la Encarnación, cuya reforma consiguió. El priorato duró tres años. Se fundaron varios conventos más de descalzos; algunos en Andalucía abrazaron la reforma, y comenzó la discordia entre calzados y descalzos, todo ello en 1572, año en que Teresa recibió muchos favores espirituales en el convento de la Encarnación: tales fueron su desposorio místico con Jesucristo y un éxtasis en el locutorio cuando conversaba con San Juan de la Cruz. Teresa, que en el transcurso de su vida escribió muchas cartas, estuvo en Salamanca en 1573. Allí, obedeciendo a su director, el jesuita Ripalda, redactó el libro de sus fundaciones.

Últimas fundaciones y muerte

Supo que en Granada se había fundado el decimosexto convento de carmelitas, y uno de descalzos en Lisboa. El decimoséptimo de descalzas lo fundó ella en Burgos, donde escribió sus últimas fundaciones, incluyendo la de dicha ciudad. Saliendo de Burgos pasó por Palencia, Valladolid, cuya priora la echó del convento, Medina del Campo, cuya priora también la despreció, y Peñaranda. Al llegar a Alba de Tormes (20 de septiembre) su estado empeoró. Recibido el viático y confesada, murió en brazos de Ana de San Bartolomé la noche del 4 de octubre de 1582 (día en que el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano en España, por lo que ese día pasó a ser, viernes, 15 de octubre). Su cuerpo fue enterrado en el convento de la Anunciación de esta localidad, con grandes precauciones para evitar un robo. Exhumado el 25 de noviembre de 1585, quedó allí un brazo y se llevó el resto del cuerpo a Ávila, donde se colocó en la sala capitular; pero el cadáver, por mandato del Papa, fue devuelto al pueblo de Alba, habiéndose hallado incorrupto (1586). Se elevó su sepulcro en 1598; se colocó su cuerpo en la capilla Nueva en 1616, y en 1670, todavía incorrupto, en una caja de plata. Beatificada Teresa en 1614 por Paulo V, e incluida entre las santas por Gregorio XV el 12 de marzo de 1622, fue designada (1627) para patrona de España por Urbano VIII. En 1626 las Cortes de Castilla la nombraron copatrona de los Reinos de España, pero los partidarios de Santiago Apóstol lograron revocar el acuerdo. Fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca y posteriormente fue designada patrona de los escritores.

En 1970 se convirtió (junto con Santa Catalina de Siena) en la primera mujer elevada por la Iglesia Católica a la condición de Doctora de la Iglesia, bajo el pontificado de Pablo VI. La Iglesia Católica celebra su fiesta el 15 de octubre.

Juan Carlos I

Juan Carlos I


No ha habido mayor rey en al historia... un rey para y por el pueblo. El rey de la democracia y "El rey de la republica".

Juan Carlos I de Borbón (nacido en Roma, Italia, 5 de enero de 1938) es el Rey de España. Fue proclamado el 22 de noviembre de 1975, tras la muerte de Francisco Franco, de acuerdo a la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947. La Constitución Española, ratificada por referéndum popular el 6 de diciembre de 1978 y promulgada el 27 de diciembre del mismo año, le reconoce expresamente Rey de España, y legítimo heredero de la dinastía histórica de Borbón, otorgando al rey la Jefatura del Estado. La Carta Magna le confiere a su dignidad el rango de símbolo de la unidad nacional. Anteriormente a su coronación, había desempeñado funciones interinas en la Jefatura del Estado durante la enfermedad de Franco. Según sondeos de opinión, goza de un elevadísimo nivel de popularidad entre los españoles. En 2008 fue considerado también el líder más popular en Iberoamérica.[1]

Primeros años y Príncipe de España

Nacido como Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, Juan Carlos I es nieto de Alfonso XIII e hijo del matrimonio habido entre Juan de Borbón y Battenberg, conde de Barcelona, y de María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, princesa de las Dos Sicilias. El Rey nació en Roma (Italia), en un piso del edificio situado en el número 122 del viale dei Parioli, durante el exilio de la Familia Real, ausente de España desde la proclamación de la República en 1931. Fue bautizado en la capilla de la Orden de Malta por el cardenal secretario de Estado de la Santa Sede, Monseñor Eugenio Pacelli, futuro papa Pío XII. Su abuela paterna, la reina Victoria Eugenia, fue la madrina y su abuelo materno, Carlos Tancredo de Borbón-Dos Sicilias, príncipe de las Dos Sicilias e infante de España, el padrino.

En una entrevista celebrada el 25 de agosto de 1948 entre Franco y el conde de Barcelona, se acordó que el príncipe se trasladaría a España para cursar allí sus estudios. A los 10 años de edad Juan Carlos pisó por primera vez el suelo español.

Según lo acordado, cursó en Madrid el bachillerato. Posteriormente realizó su instrucción militar en la Academia General Militar de Zaragoza (1955–1957), en la Escuela Naval Militar de Marín en Pontevedra (1957–1958) y finalmente en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia) (1958–1959). Durante las vacaciones de Semana Santa de 1956, el 29 de marzo, Jueves Santo, en la residencia familiar de Estoril, llamada todavía hoy Villa Giralda, en el n.° 367 de la rua de Inglaterra, a Juan Carlos, que ya tenía 18 años cumplidos, se le dispararía accidentalmente un revólver mientras jugaba en el desván de la casa con su hermano menor, Alfonso, lo que causaría la muerte de Alfonso. El hermano mayor de Juan y tío de Juan Carlos, Jaime de Borbón, arrepentido de haber renunciado a sus derechos sucesorios, solicitaría más tarde una investigación en profundidad, al considerar que tal suceso podía afectar a la línea sucesoria.

En virtud de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado del 26 de julio de 1947, Juan Carlos fue propuesto como sucesor de Franco a título de Rey, propuesta ratificada por las Cortes Españolas en julio de 1969, ante las que el joven príncipe prestaría juramento de guardar y hacer guardar las Leyes Fundamentales del Reino y los principios del Movimiento Nacional, es decir, el ideario franquista. Siguiendo las reglas dinásticas, la sucesión hubiera debido recaer en su padre, Juan de Borbón y Battenberg, tercer hijo y heredero del rey Alfonso XIII. Sin embargo, las no muy cordiales relaciones entre Juan y Franco determinaron el salto en la línea de sucesión y el nombramiento de Juan Carlos como Príncipe de España, título de nuevo cuño con el que Franco pretendía salvar distancias con respecto a la monarquía liberal. Dicho salto fue aceptado por el príncipe Juan Carlos, creando un conflicto interno en la Casa Real de Borbón. El Conde de Barcelona no renunciaría oficialmente a sus derechos sucesorios hasta 1977, cuando el reinado de su hijo y el fin del régimen franquista eran ya hechos consumados.

Reinado

Juan Carlos I fue el sucesor designado por Franco para la Jefatura del Estado y asumió interinamente este cargo del 19 de julio al 2 de septiembre de 1974 y del 30 de octubre al 20 de noviembre de 1975 por enfermedades de Franco; al anunciarse la muerte de éste (20 de noviembre de 1975) juró acatar los Principios del Movimiento Nacional, destinados a perpetuar el Franquismo. No obstante, se basó en ellos para promover el Referéndum para la Reforma Política, con un abrumador apoyo del 94% a favor de la reforma que inició la Transición Española hacia la democracia. Es proclamado Rey de España por las Cortes Españolas como Juan Carlos I de España el 22 de noviembre de 1975 y exaltado al trono el 27 de noviembre con una ceremonia de unción llamada: «Misa de Espíritu Santo» (el equivalente a una coronación) celebrada en la histórica Iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid.

El 14 de mayo de 1977, su padre, el Conde de Barcelona, renunció a sus derechos dinásticos históricos y la jefatura de la Casa Real en la persona de Juan Carlos, una vez que hubo constatado la imposibilidad de acceder personalmente al trono. Con esta renuncia se reanudaba la dinastía histórica; y de esta forma, tras la proclamación de Juan Carlos I como Rey de España y con la renuncia de Juan de Borbón a sus derechos, Felipe se convirtió en Heredero de la Corona y asumió el título de Príncipe de Asturias el 1 de noviembre de 1977, puesto que según la Pragmática Sanción de 1830, los derechos tradicionales de sucesión en el Trono se transmiten con preferencia del varón sobre sus hermanas aun siendo éstas mayores en edad.

Durante su reinado se aprobó la Constitución Española que define las funciones del Rey, suprimiendo toda participación política de la Corona y convirtiendo España en una Monarquía Parlamentaria de corte europeo occidental; asimismo, el artículo 57 de la Constitución le reconoce como el heredero legítimo de la dinastía histórica, soslayando el de heredero designado de Franco. La Constitución fue ratificada en un referéndum (6 de diciembre) y el Rey la sancionó el 27 de diciembre.

Uno de los momentos más graves a los que ha tenido que hacer frente el rey Juan Carlos I fue el intento de golpe de Estado de 23 de febrero de 1981, el conocido como «23-F». Ese día, durante la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo, se produjo la toma del Congreso de los Diputados por parte de fuerzas de la Guardia Civil al mando del teniente coronel Antonio Tejero. Simultáneamente en la Capitanía General de la VI Región Militar (Valencia) el teniente general Jaime Milans del Bosch ocupó las calles de la ciudad con tanques y hubo diversos conatos en otros puntos, tales como la toma de los estudios de Televisión Española en Prado del Rey (Madrid).

La intervención televisiva de Juan Carlos I desautorizando el golpe acabó con la insurrección, que pensaba contar con el apoyo de la Corona, y contribuyó a aumentar su carisma entre sectores políticos que hasta entonces no eran muy afines a la forma de gobierno monárquica. Santiago Carrillo, en aquel momento secretario general del Partido Comunista de España, y quien en 1975 había popularizado refiriéndose al nuevo rey el sobrenombre de Juan Carlos I, «el Breve», declaró al día siguiente del golpe: «Hoy todos somos monárquicos». Después de este conflicto la monarquía quedó definitivamente consolidada.

Actualmente, el Rey ve circunscrita su actuación política a sus funciones constitucionales

Luis Váez de Torres (australias e islas australes)

Luis Váez de Torres

Luis Váez de Torres (c. 1565 - 1610/¿1613?) fue un marino y explorador español. Fue el primer navegante europeo que pasó por el estrecho entre Australia y Nueva Guinea, que desde entonces lleva su nombre. Avistó Australia aunque nunca llego a ser consciente. Aun así  hoy en día el nombre de Australia se debe a los "Austrias", familia real que gobernaban España (este nombre se dio a múltiples islas que avisto Torres) .

Se desconocen el año y lugar de su nacimiento, pero probablemente fuera gallego.

La Corona española organizó tres viajes entre 1565 y 1605, intentando descubrir la mítica Terra Australis Incognita, un continente situado hacia el sur del océano Pacífico. Las dos primeras, mandadas por Álvaro de Mendaña, fracasaron en este intento, aunque descubrieron las islas Salomón, Guadalcanal, Las Marquesas y otras. En el segundo viaje murió Mendaña y el piloto mayor, Pedro Fernández de Quirós, llevó la expedición de vuelta a México. Curiosamente dieron el nombre a las islas Salomón porque las identificaron con la mítica Ofir, donde el rey hebreo Salomón enviaba sus naves en busca de oro, a pesar de que no encontraron oro en ellas.

Luis Váez de Torres, del que nada se sabe hasta entonces, participó como segundo al mando en la tercera expedición. Ésta zarpó con tres naves del puerto de El Callao en 1605 a las órdenes de Pedro Fernández de Quirós y descubrió una de las islas del archipiélago de las Nuevas Hébridas, a la que llamó Austrialia del Espíritu Santo, mezclando las palabras Austral, en alusión a la mítica Terra Austrialis y Austria, en honor de la casa reinante en España.

A pesar de que dos de las naves, una mandada por Luis Váez de Torres y la otra por Diego de Prado y Tovar, se habían separado de la expedición en una tormenta, Quirós puso rumbo de vuelta a América, deseoso de comunicar su descubrimiento. Váez tomó el mando al ver que no regresaba Quirós y siguió la exploración. Descubrió que Austrialia del Espíritu Santo era una isla, por lo que siguió buscando el continente y llegó a Nueva Guinea, ya conocida. Exploró la costa sur sin saber que a unas millas más al sur tenía el continente que buscaba. Llegó a observar la costa australiana, pero no se fía y sigue adelante. Al cabo, los expedicionarios, cansados, arribaron a Ternate y tomaron rumbo a las Filipinas (1 de mayo de 1607), llegando a Manila el 22 de mayo. Allí Váez de Torres envió un informe a la Corona española, contando su viaje.

Es incontestable que Torres cruzó el estrecho que lleva su nombre y desde esta posición ciertamente habría avistado el cabo de York, el extremo más septentrional de Australia. Independientemente de lo que haya hecho, Torres nunca afirmó que había avistado el continente meridional y se limitó a señalar que había pasado a través del estrecho. Obviamente si dice que cruzó un estrecho es que había avistado tierras a un lado y al otro de su navío. Por lo que se puede afirmar que avistó Australia pero nunca llegó a pisarla por lo que en aquel momento su descubrimiento pasó desapercibido para occidente. Serían navegantes posteriores los que darían a conocer en occidente esta nueva tierra. 

Colón (America)

Cristóbal Colón, un gallego universal
Pedro Álvarez de Sotomayor conocido por "Pedro Madruga"conde de caminha pudo ser su identidad.

Los forenses e historiadores aún siguen investigando si sus restos son los que están enterrados en Sevilla (España) o en Santo Domingo (República Dominicana). Para saberlo, varios científicos están contrastando el ADN de unos pocos huesos encontrados en ambas ciudades con los de don Cristóbal Colón de Carvajal y Maroto (Almirante de la Armada, XVII Duque de Veragua y de La Vega, Almirante de la Mar Océana, Adelantado Mayor de las Indias, Marqués de Águilafuente y Grande de España) su descendiente más actual.

Para tratar de despejar dudas sobre su autenticidad, España autorizó realizar unos análisis de ADN sobre los restos de huesos conservados en Sevilla que, en el año 2006, llegaron a la firme conclusión de que correspondían a Cristóbal Colón.

El genetista de la Universidad de Granada José Antonio Lorente fue responsable de aquella histórica investigación. Los estudios realizados sobre los huesos de Cristóbal Colón, su hermano Diego y su hijo Hernando concluyeron que había una coincidencia absoluta entre el ADN mitocondrial de los dos primeros, el cual se transmite de madre a hijo. "No cabe ninguna duda" de que lo que expone en una urna en la catedral de Sevilla son los restos de Colón, dijo entonces Lorente.

Pero República Dominicana también reclama tener en su poder lo que asegura son los restos del navegante.

El origen de esta disputa es una caja encontrada en 1877 en la catedral de Santo Domingo con restos de huesos y una inscripción en su interior en la que se leía "Cristóbal Colón".

Desde entonces, las autoridades dominicanas mantienen que los restos nunca salieron de la isla, sino que los españoles se llevaron a Cuba los huesos de otro familiar de Colón (posiblemente de su hijo Diego o de algún nieto, uno de los cuales -para seguir contribuyendo a la incógnita- también se llamaba Cristóbal Colón). La República Dominicana argumenta que los restos de Cristóbal Colón, (su hijo) Diego y los de Luis Colón y Toledo (su nieto, quien también fue enterrado en la catedral de Santo Domingo) son de la misma familia, por lo que un estudio científico sobre los restos de ellos tres daría el mismo origen.

Lorente, en cambio, descarta la teoría de que los restos de Sevilla puedan ser de otro miembro de la familia. Lorente afirma que: "Con los datos que tenemos en este momento, la conclusión es que son de Cristóbal Colón", remarca el genetista, si bien avanza que están ampliando los estudios para aumentar la probabilidad y "conocer algo de los orígenes" del navegante.  Además se pregunta ¿por qué las autoridades dominicanas no permiten realizar análisis de ADN a los restos de Santo Domingo para despejar cualquier tipo de duda?, Se realizaron peticiones formales en 2003 y hasta la fecha no se han autorizado.

Otra teoría, sin embargo, vendría a confirmar de algún modo la validez de las versiones de España y República Dominicana, al apostar por que los restos de Colón fueron distribuidos en diferentes lugares y, por lo tanto, tanto los de Sevilla como los de Santo Domingo podrían ser auténticos. Esta versión podría estar avalada por el hecho de que los restos conservados y analizados en Sevilla no era mayor "del 30-35% de lo que corresponde al esqueleto de una persona", según Lorente. En cualquier caso llegará un día en que se pueda comprobar los restos que hay en la República Dominicana.

Pero, qué han aportado de momento (2018), los estudios del ADN y Antropológicos que dirige el doctor José Antonio Lorente y el historiador Marcial Castro da Universidade de Granada. En espera dos resultados finales de las pruebas de ADN, obtenemos los siguientes datos:
  • Que Diego Colón y Cristóbal Colón, son hermanos por parte de la misma madre, análisis ADN Mitocondrial.
  • Que no han podido analizar el cromosoma Y de Cristóbal y de su hermano Diego, ya que se podría deducir de dicho estudio si eran hijos del mismo padre, la composición de dicho cromosoma Y debe estar deteriorado para que no pudieran realizar la comparativa.
  • Que Hernando Colón es hijo de Cristóbal Colón, por el cromosoma Y que dio resultados positivos


Por los estudios Antropológicos:
  • Que Diego Colón murió en 1515 con 60 años de edad, es decir nació en 1455
  • Que a Cristóbal Colón le dan una edad entre una horquilla de 50-70 años. Que dicha estimación es porque los huesos están deteriorados y que Miguel Botella estima que tendría, más o menos, 60 cuando murió, lo cual nos indica que habría nacido en 1446, más o menos. Esto ya afecta a varias teorias que deberán reformular o adaptar sus fechas de forma justificada ya que:
    • Por ejemplo, no podría ser Mallorquín hijo bastardo del príncipe de Viana, pues en este caso tendría que haber nacido en 1460.
    • Por ejemplo, no podría haber tenido origen castellano, hijo bastardo de Aldonza Mendoza, sobrina del Cardenal Mendoza y nieta del Almirante Hurtado de Mendoza, porque tendría que haber nacido en 1435, más o menos y ella no tuvo más hijos.
    • Tampoco podría haber sido genovés pues según la documentación genovesa Cristóbal habría nacido en 1451 y Diego en 1468, es decir, habría muerto con 47 años, lo cual resulta tremendamente contradictorio con el estudio antropológico, 13 años más tarde.
    • Tampoco sería Pedro Madruga, ya que nació en 1432, para que fuera Madruga, Colón tendría que haber muerto con 74 años y Diego haber nacido 23 años más tarde, que Madruga, siendo la misma madre.

Parece que el misterio sobre dónde está enterrado el Descubridor de América está casi resuelto, pero el de su nacimiento parece persistir.

Para los defensores de la teoría del Colón Gallego, este dato sobre la edad no descarta la teoría. Los propios datos del estudio hablan de 60 años pero indican que se trata de un varón de entre 50 y 70 años, sin marcas de patología, sin osteoporosis y con alguna caries. Mediterráneo, medianamente robusto y de talla mediana. Por lo que la horquilla de edad se aproxima mucho a los 74 años y por tanto es factible.

Esta teoría del Colón Gallego difundida, entre otros, por Alfonso Philippot, historiador y capitán de la Marina Mercante, que es el autor del libro canónico “La identidad de Cristóbal Colón”,  condensa en el libro medio siglo de investigaciones sobre el origen del Descubridor.

El actual Duque de Veragua,  Cristóbal Colón de Carvajal y Gorosábel, escribió el prólogo de este libro, y dice que Philippot "es acreedor del más profundo respeto de todos cuantos, como él, hemos dedicado muchas horas de paciente lectura a un personaje histórico tan apasionante”.

Y el propio prologuista explica que el marino-historiador expone la sorprendente y creíble tesis de que Colón era en realidad el gallego don Pedro Madruga de Soutomaior, Señor de Soutomaior (Pontevedra – Galicia), noble que fue perdonado por los Reyes Católicos y no ejecutado por sus revueltas palaciegas, que navegó con el apellido Colón, el de uno de sus antepasados genoveses, un marino establecido en Pontevedra.

La tesis se desarrolla en 745 páginas, 200 fotografías y documentos, casi todos inéditos, planos geográficos y 110 árboles genealógicos.

Según esta teoría tan bien estructurada y analizada, Cristóbal Colón sería pontevedrés de Poio y toda su vida, costumbres, lengua, firmas y heráldica estarían explicadas por su pertenencia a la Casa de los Soutomaior. La investigación de Philippot es fascinante.

Como dice el actual Duque de Veragua, descendiente directo de Cristóbal Colón, la teoría Philippot es la más creíble, redonda y elegante que hay sobre su origen y nacimiento. El resto de las teorías que circulan, la genovesa o la catalana, presentan huecos y lagunas irrecuperables y fallos insalvables.

Para saber quién era Cristóbal Colón necesitamos antes conocer cómo era Colón.

La popularidad universal del personaje no evita que sepamos muy poco sobre él.

A través de las propias palabras del descubridor, de la documentación existente, de los testimonios de algunos cronistas, podemos marcar un perfil del personaje solamente basándonos en datos constatados y no cuestionados.
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Retrato de Cristóbal Colón y Pedro.

- Sabemos, para empezar por un dato que conozcas, que Colón era un experto navegante.

- También sabemos que era amigo personal del rey João II de Potugal. Se entrevistó con él en varias ocasiones y existe una carta en la que el rey se refiere a Colón como "nuestro especial amigo".

- Sabemos que leía y escribía en latín y castellano, y que tenía una gran base teológica, como demostró en varias cartas a los Reyes Católicos o en el "Libro de las Profecías", lo que prueba que había recibido una sólida formación religiosa.

- Sabemos que estaba relacionado con lo más granado de la nobleza en Castilla y Portugal.

- Sabemos que convenció a los Reyes de su proyecto utilizando planos e información procedentes de Portugal.

- Sabemos, por declaraciones del propio Colón que tenía experiencia militar.

- Sabemos que, según sus propias palabras, dejó tierras, mujer e hijos al desplazarse a Castilla para servir a los Reyes Católicos.

Solamente Pedro Madruga, de entre los personajes de no ficción que presentan las distintas tesis sobre el origen de Colón responde a este perfil que revelaria la verdadera identidad del descubridor Español

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Relacción geográfica de Colon y Pedro.

Alessandro Geraldini, amigo y protector de Colón, afirma que el descubridor estuvo en Galicia antes del descubrimiento en su obra "Itinerario por las regiones subequinocciales".

Muchos son los datos que relacionan a Colón con Pontevedra, y particularmente con el lugar de Porto Santo, en Poio.

- Porto Santo era el único lugar del Universo en el existía el apellido Colón en el siglo XV.

- El único festivo que declaró Colón durante los siete meses que duró el viaje de descubrimiento fue el 18 de diciembre de 1492, en honor a la Virgen de la O;  que es patrona de Pontevedra.

- Cerca de un centenar de lugares descubiertos por Colón en América fueron bautizados por él con nombres de la toponimia de Galicia, entre ellos Porto Santo, San Salvador, Lanzada, Río Miño, Río Xallas, Isla de Gracia (antiguo nombre de la Isla de Tambo), Arenal, Piedras Negras....

- La nao "Santa María", llamada originalmente "La Gallega" fue construida en Pontevedra

- Colón utilizaba vocablos exclusivos de la lengua gallega en sus escritos, como "vento", "dixo", "longura", o "despois", y así hasta 300!!!!

- La familia Sotomayor era propietaria de tierras colindantes con las de la familia Colón y una de esas fincas fue vendida por un descendiente directo de Colón, duque de Veragua, afirmando haberla recibido por herencia de sus padres.

- En la Basílica de Santa María en Pontevedra se encuentra una capilla con la siguiente inscripción: "Los del cerco de Juan Nieto y Juan de Colón hicieron esta Capilla".

Así pues, Colón y Sotomayor coinciden en lugar geografico y puede que fuesen la misma persona.
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Otros datos historicos que hacen pensar que Colon y Pedro son la misma persona.
 
- Pedro Madruga, como Colón, era un experto navegante, amigo del Rey de Portugal, con formación eclesiástica, conocimientos de latín, gran experiencia militar y relaciones entre la nobleza de Castilla y Portugal. Cuando se trasladó a Castilla, como Colón, dejó tierras mujer e hijos.

- Pedro Madruga desapareció misteriosamente en las mismas fechas en que Colón entraba en escena. Las distintas versiones sobre su supuesta muerte son confusas y contradictorias, por lo que muchos autores hablan de desaparición, y no muerte.

-Existen varios documentos referidos a Pedro Madruga fechados hasta veinte años después de su desaparición.

-Colón intercedió ante los Reyes en favor de un hijo de Pedro Madruga.

- Tres hijos de Pedro Madruga se llamaban Cristóbal, Diego y Hernando, los dos hijos de Colón, por cierto, también se llamaban Diego y Hernando.

- Ya a principios del siglo XVI, Francesillo de Zúñiga relacionó a Colón con Pedro Madruga

- Las relaciones entre las familias Colón y Sotomayor comenzaron en vida del descubridor y se prolongaron durante siglos.

- La primera sepultura de Colón, en Valladolid, se situó en la misma iglesia en la que estaba enterrado Fernán Yáñez, Padre de Pedro Madruga.

- Su segundo enterramiento, en Sevilla, fue también junto al túmulo de unos primos de Pedro Madruga.

- Un hijo de Pedro Madruga, llamado Cristóbal de Sotomayor, se le conoce todavía hoy en Puerto Rico como Cristóbal Colón de Sotomayor.

- Este Cristóbal Colón de Sotomayor era amigo íntimo de Diego y Hernando, los hijos de Colón, sus hermanos en realidad.

- Diego Colón, según documento guardado en el Archivo de Indias, quitó cien esclavos a otro castellano para dárselos a un Sotomayor.

- En la "Crónica de Francesillo de Zúñiga" escrita pocos años después de la muerte de Colón se afirma que Diego de Sotomayor, hijo también de Pedro Madruga, "parece hijo bastardo de Colón, el almirante de Indias".

- El primer obispo de Santo Domingo, amigo y protector de Colón sitúa al descubridor en Galicia antes del descubrimiento.

-Colón estaba relacionado con la Orden de Alcántara, muy vinculada desde tiempo inmemorial a la familia Sotomayor.

-En el monasterio de Guadalupe, por cuya Virgen sentía especial devoción el navegante tenía gran influencia la familia Sotomayor, algunos de cuyos miembros eran frailes en dicho monasteio.

-En otro monasterio, en este caso el de Las Cuevas, en Sevilla, en el que Colón residió algunas temporadas, eran patrocinadores destacados la familia de Per Afán, primos de Pedro Madruga.

- Existe una carta en el archivo de indias de los reyes Católicos al doctor Puebla, embajador en Londres, recomendando a Cristóbal de Sotomayor, hijo de Pedro Madruga, conde de Caminha.

- Cristóbal de Sotomayor era hijo de Pedro Madruga, nuestro Cristóbal Colón. Bajo las órdenes de Ponce de León fue el primer colonizador de Puerto Rico, y el mayor propietario de la isla. Gozó de más privilegios y posesiones que su propio Capitán. Allí fundó dos villas, bautizadas una como Távora (en honor de su madre, Teresa de Távora, condesa de Caminha, o Camiña) y como Sotomayor la otra. Allí vivió además una historia de amor, la primera documentada entre un caballero de Castilla y una indígena. Murieron asesinados los enamorados por el hermano de la indígena, un cacique receloso (con razón receloso).


- A éste Cristóbal de Sotomayor se le conoce aún hoy en Puerto Rico como Cristóbal "Colón" de Sotomayor, como podemos comprobar si nos detenemos unos segundos en la lectura de la web oficial del Gobierno Municipal de la Aguada, nombre actual de la antigua Villa de Sotomayor:

"En los años 1508-1510, Ponce de León ordenó a su lugarteniente, Don Cristobal Colón de Sotomayor, fundar la segunda población de la isla en la región de el Puerto de los Pozos de la Aguada de Colón."

Los motivos por los que a un hijo de Pedro Álvarez de Sotomayor se le da el apellido Colón son obvios para quienes sostenemos que el tal Pedro Álvarez y Colón eran una misma persona. A fin de cuentas, de otro hijo de Pedro Madruga, llamado Diego de Sotomayor, dijo Francesillo de Zúñiga a principios del siglo XVI: "Parece hijo bastardo de Colón, el Almirante de Indias". Por tanto, tenemos ya a dos hijos de Pedro Madruga de quienes se sostiene que eran hijos de Colón.

Sabemos que los Colón pontevedreses eran de Poio, y sabemos, tal como demostró Don Celso García de la Riega en los orígenes de la tesis del Colón Gallego, que la familia Sotomayor era propietaria de una finca colindante con la de la familia Colón.

Para los curiosos, les aconsejamos que busquen una foto del escudo de Poio y  el de Puerto Rico, primer escudo de América, que data de los años en que la isla fue colonizada por Cristóbal "Colón" de Sotomayor. Aprecien las semejanzas.

Los incrédulos pueden ir al enlace de la página oficial del Municipio de Aguada, lugar llamado originalmente Villa de Sotomayor. Si buscamos leeremos con nuestros propios ojos cómo al hijo de Pedro Madruga le dan el apellido del descubridor de América.

Nombres de unas 80 localidades de la ría de Pontevedra fueron usados por Colón para bautizar a los nuevos asentamietnos del nuevo mundo.
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Paralelismo de Colón y Pedro
Hace pensar que era la misma persona.

1. Don Pedro de Soutomaior, primer conde de Camiña, nació en 1432.
1.Según el testimonio de sus coetáneos, Cristóbal Colón, nació entre 1430 y 1436.

2. Su familia fue noble y en algún tiempo rica.
2. De acuerdo con su hilo Hernando y el padre Las Casas, Colón procedía de sangre ilustre.

3. Entre sus antepasados se encuentran cuatro almirantes.
3. “Yo no soy el primer almirante de mi familia”, decía Colón.

4. Su padre biológico -Feman Eanes de Soutomaior~ era un importante armador de Pontevedra que ostentaba la Capitanía de Naos.
4. El trato o manera de vivir de sus mayores fue el de mercaderías por la mar.

5. Sus conocimientos del latín y de las Sagradas Escrituras, se remontan a sus años de semi­narista. en Santo Domingo de Tui, entre 1.440 y 1446.
5. Dice el barón de Humboldt que sus rudimentarios conocimientos de latín debió
apren­derlos en la niñez, ‘como monaguillo de alguna oscura feligresía”.

6. Era familiar del Gran Cardenal de Toledo, D. Pedro González de Mendoza y el padre Deza, prior del convento de San Esteban de Salamanca.
6. “En sólo el Cardenal halló acogimiento”, dice Oviedo. En una carta a su hijo Diego, le pide el Almirante que visite al P. Deza y le recuerde “su primer amor fraterno”.

7. El 1446, una vez liberado de la tutela de Fray Esteban de Soutelo, “cambió los libros por la espada”, dice L. Ferreiro. Yen 1469 regresó a Galicia después de veintitrés años de ausencia.
7. “Yo he andado veintitrés años en la mar...”, le cuenta a los reyes. “Habiendo en sus tiernos años aprendido los principios de doctrina -señala el P. Las Casas- cuando ya fue mancebo pasó a Lisboa y se dió al arte de la mar”. - - -

8. Entre sus deudos figuran los Diáguez de Funes, “caballeros de la banda”. Uno de los emble­mas más antiguos de su familia ostenta el león rampante de los Soutomaior de Galicia y Portugal. (Sepulcro de Alvaro Páez en la Catedral de Tui)
8. Las armas de los Diáguez, “caballeros de conquista”, como él les llama, figuran en la punta de su escudo. Y en el segundo cuartel, un león rampando de verde sobre campoblanco.

9. Durante el periodo comprendido entre 1460 y 1463, debió enrolarse como mercenario con Juan de Lorena, adiestrándose en el manejo de las armas de fuego que más tarde utilizó en Galicia.
9. De veintiocho años comencé a servir,,.” Después de la muerte de Alfonso Y de Aragón, la Corona de Nápoles fue disputada por Juan de Lorena. “La naturaleza brillante de tal empresa, atraía a los audaces espiritus de aquellos tiempos. La nobleza y la caballería, los soldados de fortuna los recios corsarios. Los osados aventureros, los ansiosos mercenarios

10. “El tratado de paz entre los reyes de Portugal y de Castilla, concertado en 1479, quebrantó al conde de Camiña que tuvo que retirarse a Portugal.”
10 “Por volta de 1479 chega a Lisboa um navegador on comerciante chamado Cristováo Colombo Da sua origem quase tudo se ignora.”

11. Hacia 1482 surgen sus primeras desavenencias conyugales, como consecuencia de las ges­tiones de su esposa -Teresa de Távora- cerca de los Reyes de Castilla para trasjDasarle a su primogénito el señorío de Galicia.
11. La mayoría de sus biógrafos afirman que el hijo habido en Felipa Muñiz, nació en 1482, si bien ya tenía otros de quienes -como él dice- jamás volvió a ocuparse.

12 Durante su exilio (1479-1486), mantuvo una intensa relación con sus parientes portugueses como Pedro Correa, primo de su mujer. Capitán donatario de la isla Graciosa y ex- Gobernador de Porto Santo.
12 “El trato íntimo y frecuente entre los dos cuñados (Pedro Correa estaba casado con Elena Perestrello, media hermana de Felipa Muñiz) debió ser causa de que se comuni­casen mutuamente sus observaciones sobre los descubrimientos...”

l3 Primo segundo de su esposa fue tambien Diego de Azámbuja, Gobernador General de la Mina entre 1481 y 1483.
13 “Debió ser en una carabela rumbo a Mina, mientras se construía el castillo, cuando Colón llevó a cabo su viaje a la costa de Guinea, hacia 1483.”

14. Los señores de Soutomaior eran primos dell marqués de Villareal, D. Pedro de Meneses, de quien proceden los duques de Camiña.
14 Este frio y cauteloso discurso del Obispo de Ceuta ante la junta de Lisboa, lastimé el orgullo nacional de Pedro de Meneses y arrancó de él una elevada y patriotica res­puesta , favorable al proyecto de Colón.”

15 El martes lOde enero de 1486, después de otorgar testamento en Refojos, “el conde se fue para la Corte -que a la sazón se hallaba en Alcalá de Henares- y habló a sus grandes parien­tes que tenía en Castilla, con el fin de obtener el perdón de los reyes”.
15. “Yo vine a les servir que son siete años agora, a veynte días de henero este mismo mes...” (Nota del Almirante correspondiente al 14 de enero de 1493. Dice Juan Manzano qu.e aqnel 20 de enero de 1486 cayó en viernes, día de la semana señalado para las audiencias reales.)

16 El 18 de febrero de 1486, los Reyes Católicos nombraron a Don Alvaro -primogénito del conde- administrador de las fortalezas que eran de su padre, y relevaron del juramento de pléito-homenaje a Pedro Falcón, alcaide del Castillo de Soutomaior.
16 Dice Juan Manzano que después de esta entrevista con los reyes, “comenzó para Colón el largo y doloroso calvario al que tantas veces alude en sus escritos. Colón .... nota que por momentos el ambiente de la corte se le enrarece, que todos le vuelven la espalda”

l7 La desaparición de Pedro de Soutomaior en Alba de Tormes (Salamanca) se produjo el 11 de abril de 1486.
17. “La encomienda del asunto colombino a fray Hernando de Talavera -señala D. Juan Manzano- tuvo lugar a últimos de febrero de 1486” A partir de esta fecha nada vuelve a saberse de Cristóbal Colón -como si se lo hubiese tragado la tierra- hasta el mes de noviembre, en que se reúne la Junta de Salamanca para estudiar su proyecto.

18. Su influencia en la corte lusitana, se remonta al reinado de Alfonso V. En las “horas bajas”, privado ya de su hacienda, recuerda Vasco da Ponte que D. Pedro visitaba de vez en cuan­do al Rey de Portugal, “y éste siempre le daba algo”.
18. Hacia el mes de diciembre de 1487, Colón le escribe a Juan II desde Sevilla, solicitan­do su permiso para volver a Portugal. La respuesta del Rey está fechada eu 20 de marzo de 1488, y en ella le trata de “especial amigo”, animándole a regresar: “Tu industria y buen ingénio Nos será necesario

19 La relación familiar del conde de Camiña con los Muñiz y Perestrello -como queda dicho- se produjo a través de su esposa.
19. A su llegada a Lisboa, el 4 de marzo de 1493, salió a recibirle Martín de Noroña, cliam­belán en la corte de Juan II, hijo de Catalina de Távora.

20. En Andalucía tenía grandes parientes. El señorío de Moguer pertenecía a los Portocarrero. Y el de Palos, “por iguales partes”, a las familias Silva y Castañeda, descendientes todos ellos de la Casa de Soutomaior.
20 E1 12 de mayo de 1492, Colón regresó a Palos, “porque allí tenía conocidos y amigos”, dice el P. Las Casas. Hacia el 30 de abril de 1493 hizo su entrada triunfal en Sevilla, dispensándole esta ciudad un apoteósico recibimiento encabezado por el conde de Cifuentes, D. Juan de Silva y Castañeda.

21. Los sangrientos pasajes de la Historia de Galicia, en sus luchas internas, evidencian el odio que se profesaban las familias Fonseca y Soutomaior... El arzobispo de Compostela, D. Alonso de Fonseca, era primo-hermano del Intendente de Indias.
21. El Intendente, D. Juan Rodríguez de Fonseca, fue el enemigo más cruel de Cristóbal Colón y de sus hijos.

22 Don Pedro de Torquemada, padre de Beatriz Enríquez, dice en su testamento que es hijo de Juan Ruíz de Biedma (deudo de la Casa de Soutomaior.) “Los de este alcuño -señala el P. Crespo- señorearon las tierras de Limia, Monterrey y Sotobermud.
22 Las relaciones de D. Hernando Colón con los Soutomaior, se prodigaron a lo largo de toda su vida. En la “Sedacina Totius”, anotó: “Diómelo con la “Suma” de Geber, don Xristóbal de Soutomaior hijo de la condesa de Camiña”

23. D. Pedro de Soutomaior, el Parricida (nieto deI. 1 cond.e de Camiña), huyendo de la policia vaticana, en 1518, se ocultó en un castillo que era propiedad de los Colones.
23. “Pasando yo por Cugureo (Cogoletto) -dice D. Hernando- me informé acerca de dos hermanos Colombo, dueños de aquel castillo y deudos suyos.”

24. La dualidad de su nombre se descubre por I.a abreviatura que sigue a su firma: “Yo,Pedro, conde de Camyña, XFZ (Xristobo Fernández).”
24. La dualidad de su nombre viene confirmada por el testimonio del notable latinista y capellán de los Reyes Católicos, Lucio Marineo Sículo: “Petrum Colonum cun trigin­ta navibus

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Estudios Grafológicos

La grafopsicológa Teresa Torres Legarreta quiso comprobar por curiosidad ambas escrituras. Carlos Acuña, presidente de la Asociación de Xenealoxía de Galicia, explica que:

"Teresa Torres era conocedora de la teoría y encontró 25 documentos muy especiales en el Archivo Nacional: son manuscritos de Pedro Madruga, un personaje del que apenas teníamos registros escritos con su letra, que sirvieron de base para el posterior estudio comparativo".

Durante su intervención en las Xornadas de Xenealoxía la perito calígrafo mostró con gráficos y superposiciones de escrituras como las formas de las letras son muy similares en ambos personajes, tantas coincidencias que para muchos son una prueba más de que se trata de la misma persona, muy a pesar de las reservas con las que otros estudiosos observan el tema.

Los organizadores de las jornadas en las que se presentó el estudio indicaron que:

"Es una teoría tan controvertida que a los mismos ponentes les resulta difícil explicarse lo que van encontrando, máxime cuando como en este caso se trata de algo no buscado intencionadamente sino una comprobación, por curiosidad, de lo que sólo se consideraba una suposición."

Carlos Acuña subraya que:

"Las investigaciones de la perito fueron comunicadas a la Universidad de Barcelona y otros expertos calígrafos coinciden en que aparecen todas esas similitudes entre las letras y sus formas."

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A la búsqueda del ADN que pruebe que Colón y Madruga son la misma persona
 
Hoy en día todabía no se han finalizado las pruebas de ADN pero se estan promoviendo.
 
La Comisión Gestora Pro-Colón Gallego promueve una campaña de recogida de firmas para pedir la comparación del ADN de los descendientes de la familia Soutomaior y los restos del almirante Cristóbal Colón, exhumados en Catedral de Sevilla por un equipo de la Universidad de Granada, y de su hermano Diego y su hijo. El objetivo es el de establecer una relación que venga a respaldar definitivamente la tesis del origen gallego del descubridor de América. También se ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas en la que podéis participar dejando vuestro nombre y dni en ladespensadecolon@hotmail.es


Pretende que se realicen pruebas de saliva similares a las que se llevaron a cabo para tratar de demostrar, sin éxito, y sin fundamento alguno, el origen catalán o mediterráneo del insigne navegante. Alfonso Philippot, miembro de dicho colectivo, está completamente convencido de que esos análisis verificarán no silo el origen gallego, sino que Pedro Madruga y Colón son la misma persona, como viene sosteniendo desde hace años. Recuerda que ya hace más de cien años, García de la Riega fue el primero en apuntar la tesis de un Colón español y apunta que ahora, él va más allá.

«Mientras no se hagan esos análisis del ADN -explicó el investigador ante los micrófonos de Radio Voz Pontevedra- no podemos decir que tengamos una prueba fehaciente. Pero yo sostengo que ambos personajes son la misma persona basándome en la investigación genealógica y en el estudio individualizado de cada uno de ellos, dándose numerosísimas coincidencias en cuanto a fechas, contactos con personajes y razones que hubo para la ocultación de ese hecho». «Podríamos hablar -añadió- de un secreto de Estado, una ocultación voluntaria de la identidad por parte de los Reyes Católicos».

Sostiene que ese ocultamiento viene precisamente de que Pedro Madruga es un hijo bastardo de la Casa de Soutomaior, de modo que llevaba el apellido de su madre. «El cambio de apellidos se produjo cuando tuvo que huir a Portugal por apoyar a la Beltraneja en lugar de a Isabel en la sucesión del trono de Castilla. Como otros muchos que huyeron a Lisboa, eran renegados y estaban prácticamente condenados a la muerte, por lo que se cambiaron los apellidos».

La citada comisión tiene localizados a muchos descendientes de los Soutomaior por toda España. «Contrariamente a lo que pueda pensarse -indicó el especialista- la mayoría están en Andalucía y en Extremadura, porque esa familia, como otras muchas de la nobleza, participaron en la guerra para expulsar a los árabes y se desplazaron a esas zonas buscando nuevas tierras».
 
Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente, transmitió  un mensaje de "moderado optimismo" por los resultados obtenidos hasta el momento en relación a los orígenes de Colón tras analizar 477 muestras de ADN del cromosoma Y de posibles descendientes en España, Francia e Italia.


Sin embargo, según dijo el investigador, que pronunció en Granada la conferencia 'Aportaciones históricas y actuales del ADN', "no se han podido concluir los trabajos" porque "faltan técnicas genéticas" capaces de analizar el ADN del cromosoma Y de hace cinco siglos, por lo que trabaja, junto a otros expertos, en nuevos marcadores que permitan "validar" los experimentos.

Así, según dijo, se ha concluido el estudio de regiones de ADN no codificante del cromosoma Y de un total de 255 muestras de personas de apellido 'Colom' en España y sur de Francia, 113 de apellido 'Colombo' de las regiones del norte de Italia, y 109 muestras correspondientes a "población de referencia" de la zona de Cataluña pero que no se apellidan Colom.

Las 255 muestras de apellido "Colom" de España y sur de Francia se distribuyen del siguiente modo: 125, en Cataluña; 50, en las islas Baleares; 45 en la comunidad valenciana; y 35, del sur de Francia. Las de Italia, recogidas en un proceso coordinado desde la Universidad 'Tor Vergata' de Roma, corresponden a Liguria (47), Lombardía (52) y Piamonte (14).

No se efectuaron pruebas con personas de Portugal y Galicia porque no se solicitaron en su momento.
Pero, como ya señaló, los resultados actuales por comparación del ADN del cromosoma Y de Hernando Colón, hijo del Almirante y cuyo ADN es idéntico al del descubridor, "no permiten diferenciar los orígenes de Cristóbal Colón" tras haber llegado a un punto donde se han empleado al máximo los procedimientos científicos "en uso".

Lorente explicó que los marcadores (o loci) usados en este momento (STRs y SNPs), que son los que la comunidad científica internacional tiene como validados y aceptados, y que por lo tanto son los únicos aplicables con garantías, "no tienen la suficiente capacidad de encuadrar a Cristóbal Colón dentro de un marco geográfico determinado".

Por ello, es necesario, según el investigador, y en ello trabajan desde hace varios meses junto con otros muchos grupos internacionales, desarrollar dos nuevos tipos de marcadores, que serían nuevos SNPs de cromosoma Y que permitan mayor individualización, y mini-STRs para el uso en muestras degradadas y de bajo número de copias (LCN).

"Es importante que se entienda que la cantidad de ADN extraída de los restos de Hernando Colón y de Cristóbal Colón es muy limitada", subrayó Lorente, y que es "responsabilidad" de los investigadores usarla en los análisis "sólo cuando haya garantías científicas de éxito con técnicas validadas y aceptadas universalmente".

El director del estudio sobre Cristóbal Colón matizó que éste es un trabajo científico y por lo tanto es "riguroso" y a la fuerza "lento", por lo que en ningún momento "se van a adelantar conclusiones que no cumplan con los más estrictos criterios científicos, aunque ello origine --como de hecho lo hace-- retraso en la obtención de conclusiones".

En relación al lugar donde descansan los restos mortales de Cristóbal Colón, los estudios ya concluyeron que los huesos que hay en la Catedral de Sevilla son los de Cristóbal Colón. Sin embargo, considerando que en esta tumba no están todos los huesos correspondientes a una persona, sino que sólo hay una parte de los mismos, hay que considerar "muy seriamente" la posibilidad de que haya parte de los restos en otro lugar, muy probablemente en Santo Domingo (República Dominicana), de acuerdo a los traslados que sufrió el cuerpo del Almirante.

Esta no es, sin embargo, una conclusión científica, porque no ha sido posible aún realizar un estudio genético de los restos que se hallan en Santo Domingo, aunque sería "muy interesante" que en un futuro estudio la ciencia pudiese corroborar esta posibilidad, concluyó Lorente.

La sorprendente y creíble tesis de que Colón era en realidad el gallego don Pedro Madruga de Soutomaior, Toma cada día mas fuerza ya que las pruebas de ADN aunque no concluyentes parece que desechan las tesis genovesa y catalana ya que no se han encontrado ningun tipo de coincidencia genética con lo que estas posibilidades son muy remotas. Mientras, por otro lado, no se hicieron pruebas con descendientes de Madruga porque el estudio inicial se empezó para saber donde estaba enterrado y posteriormente se quiso estudiar su posible origen genovés o mediterraneo (catalán) mientras que las solicitudes para estudios de ADN portugues y gallego llegaron tarde y tendrán que esperar... puede que haya que esperar años ya que hay poco ADN y se prefiere esperar a que mejore la tecnica.

En cualqueir caso como dice el actual Duque de Veragua, descendiente directo de Cristóbal Colón, la teoría Philippot es la más creíble, redonda y elegante que hay sobre su origen y nacimiento. El resto de las teorías que circulan, la genovesa, portuguesa o la catalana, presentan huecos y lagunas irrecuperables y fallos insalvables.

Mientras la gallega se ve cada día con mas solidez y sin fisuras. Pero puede que pasen años hasta que se desarrolle una tecnica de ADN que permita aclarar las dudas.
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EL SECRETO del cambio de identidad

Es evidente que Colón tenía un secreto y debía mantenerlo bien oculto, para ello realizó un cambio de identidad, que por supuesto era bien sabido por aquellos más cercanos, incluyendo a los Reyes Católicos y a los reyes portugueses Alfonso V y su hijo Joan II.

Aquí reside uno de los enigmas que quedan por descubrir. Muchos apunta que el secreto son los problemas de Pedro con el clero (basta con leer la biografía de Pedro) mientras que otros apunta relaciones de Pedro con los Judíos ya que estamos en una época de gran odio y racismo contra esta raza en una España católica a ultranza inmersa en un fanatismo religioso sin comparacion en la historia de España.

Por otro lado Phillipot ha recogido y ampliado en su libro las teorías del pontevedrés Celso García de la Riega, quien daba a conocer documentos, cuestionados por la Academia de la Historia a principios del siglo XX, que probaban la presencia del apellido Colón en Pontevedra.

Recordemos que Celso García de la Riega sostuvo una teoría de un Colon Gallego, ​principalmente basándose en documentos de la época colombina que recogían la existencia de familias que poseían ese apellido;​ sin embargo, posteriormente fueron desacreditados por dos estudios realizados por el paleógrafo Eladio Oviedo Arce, y por la Real Academia de la Historia​ que concluyeron que dichos documentos, o bien eran falsos, o habían sido manipulados en fechas posteriores a su creación. Sin embargo en 2013 un nuevo estudio dio por auténticos los documentos, limitándose eso sí a constatar la presencia pretérita de habitantes con el apellido Colón en la actual provincia de Pontevedra, sin pronunciarse sobre el supuesto origen gallego del Almirante. En palabras de María del Carmen Hidalgo Brinquis, quien presentó los resultados de la verificación, este hallazgo ni desmiente ni confirma el origen gallego del navegante pues solo demuestra «que en Pontevedra hubo un clan Colón, pero nosotros no sabemos si fue el del descubridor de América».

La variante de la teoría gallega de Philippot, donde identifica a Colón con el noble pontevedrés Pedro Álvarez de Sotomayor; es una hipótesis rechazada por la mayoría de los historiadores, que exponen, entre muchos documentos, el testamento de su hijo Álvaro redactado en 1491, en donde cita «los huesos de mis padres (...) los traigan y entierren dentro de la capilla que el S. Obispo D. Juan fizo en la Iglesia Catedral de Tuy», lo que indicaría que Pedro de Sotomayor se hallaba muerto antes de que Colón llegara a las Américas. Sin embargo el cambio de identidad podría justificar el fingimiento de su muerte.

El capitán de marina mercante e historiador, Philippot, sostiene que Colón era el apellido materno de Pedro Madruga, el hijo bastardo, pero posteriormente reconocido, del noble gallego Fernán Yáñez de Soutomaior. Según asegura, al partir del puerto de Palos, Colón colocó cinco anclas en su escudo lo que significaría que "no era el primer almirante de su familia". El único linaje gallego con tal cantidad de almirantes era el de Soutomaior. La teoría de Philipot sostiene que Madruga dejó sus estudios eclesiásticos para convertirse en marino de la flota de su padre. Tras casarse con una portuguesa, Pedro Madruga pasaría a la historia como defensor de Juana la Beltraneja como aspirante al trono de Castilla, que finalmente quedaría en manos de Isabel la católica. El historiador gallego-italiano cree que fue en este punto cuando Madruga recupera el nombre materno, Cristóbal Colón para no ser perseguido por haber apollado a la Beltraneja. Con el nombre de Colón se presenta ante los Reyes Católicos para convencerlos de que financien su expedición para llegar a Japón navegando hacia Occidente. "La familia Soutomaior tenía en la Corte de Castilla al Cardenal Mendoza, que pudo apoyar a Colón"
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BIOGRAFIA de Colón.


Poco se sabe de los primeros años de su vida. Según la biografía oficial su origen fue humilde. 


En el año 1476. siendo tripulante de un barco que naufragó cuando se dirigía a Flandes, quizás atacado por piratas o la flota francesa, salvó su vida casi milagrosamente nadando hacia la costa. Luego de ese episodio se radicó en Lisboa (Portugal) y allí se casó con Felipa Moñiz De Perestrello, cuyo padre se hallaba vinculado a las empresas descubridoras portuguesas quienes por aquel entonces trataban de encontrar un camino alternativo a la ruta por las especias. De alli, que Colón abandona el ámbito comercial, comienza a estudiar matemáticas, cartografía y astronomía, dejándose guiar por las ideas de Toscanelli sobre la esfericidad de la tierra. Era pobre, y para obtener los recursos necesarios, se dirigió a Génova, a Juan II de Portugal, a los Reyes de España y hasta envió a su hermano Bartolomé a la Corte de Enrique VII de Inglaterra y tal vez al rey de Francia.

Muchos piensa que esta primera parte de la Biografía de Colón no es acertada porque realmente hasta 1486 se hacía llamar Pedro Álvarez de Soutomaior que es una de las figuras legendarias del medievo gallego; se desconoce su fecha de nacimiento, pero se sabe que fue en Pontevedra mientras que su muerte en extrañas circunstancias se fecha en 1486 en Alba de Tormes. Hasta ahí, la historia oficial de Pedro que adoptaría  una nueva identidad, nada menos que la de Cristóbal Colón.

Siguiendo con la biografía de Colón podemos decir que presentó al rey Juan II de Portugal un proyecto para alcanzar ese destino navegando hacia el occidente ya que al no tener conocimiento de otro continente (América) se pensaba que la ruta sería más corta. Como en Portugal no tuvo buena acogida se presentó en la Corte de Castilla, donde sí fue apoyado.

El descubridor partió de Huelva en 1492 con tres embarcaciones llamadas Santa María, Pinta y Niña. El viaje resultó más largo de lo previsto, debido a la confusión geográfica inicial. En octubre del mismo año, la flotilla alcanzó las tierras de Guanahaní, en las Bahamas, isla que Colón bautizó como San Salvador; después arribaron a las islas Fernandina, Isabela, Santa María, Juana (Cuba) y La Española. En esta última Colón instaló un fuerte y dejó la nao Santa María. Regresó con las otras dos carabelas, que llegaron por separado, una a Galicia y la otra a Lisboa, hecho este que dio origen a una disputa diplomática entre Juan II de Portugal y los Reyes Católicos acerca de los derechos sobre las islas descubiertas.Entre 1493 y 1502 Colón realizó tres viajes más. Primero alcanzó Puerto Rico y Jamaica. En La Española, su fuerte había sido devastado por los indígenas, por lo que hubo de reconstruirlo. Después llegó a la desembocadura del Orinoco, a Trinidad y Venezuela. Por último, descubrió la costa de América Central, a la altura de Panamá, Veragua, Costa Rica y Nicaragua

No obstante, fracasó por completo como gobernador de aquellas tierras.

Cristóbal escribía en 1501: "De muy pequeña edad entré en la mar navegando, e lo he continuado fasta hoy... Ya pasan de cuarenta años que yo voy en este uso. Todo lo que fasta hoy se navega, todo lo he andado".

Se ha creído que el descubridor murió pobre y no fue así, ya que conservó de por vida sus privilegios

Colón quiso que fuese desconocido su origen y patria, así lo afirma su propia hijo Fernando colón y lo evidencia el hecho que se sepa tan poco a este respecto; Colón nunca escribió de puño y letra que el se llamaba Colón ni nada parecido, solo se tiene constancia que firmaba como "El Almirante" después de su famosa firma jeroglífica, en el significado de esta firma se encuentra posiblemente el enigma de su origen y la solución a la causa que provocó este secreto de estado.

Hasta 1485 no tenemos apenas información sobre Colón y lo poco que aparece editado son puras especulaciones. Se desconoce prácticamente todo de su presunta estancia en Portugal, desde la batalla de San Vicente en las costas Portuguesas, se le supone una estancia en Portugal desde 1476 hasta 1485. En 1479 tiene lugar la batalla de San Vicente y para muchos historiadores esta fecha marca la llegada de Colón a Portugal que abandonará este territorio en 1485 para dirigirse al monasterio de la Rábida en Huelva. Por lo tanto el cambio de identidad tuvo que producirse entre 1476 y 1485 aproximadamente.

La tesis gallega resuelve su vida hasta 1476 donde está demostrado que hasta ese momento su identidad era la del noble gallego-portugués, Pedro Álvarez de Sotomayor conocido por "Pedro Madruga" aliado de Alfonso V de Portugal y enemigo de Isabel I de Castilla, noble que fue el azote de las revueltas irmandiñas en Galicia.

De su estancia en Portugal se ha escrito mucho, quizás demasiado y forma parte de los mitos colonianos y mitos colombinos, esta página tiene información no editable, por el momento, facilitada por el arquitecto e historiador portugués Antonio Pedro Sottomayor, quien en su próximo libro reconstruirá prácticamente estos nueve años en Portugal.

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El origen gallego.

Es el mas verosimil y el que mas pruebas aporta. Muy por encima de teorias como la portuguesa, genovesa, catalana, etc.

Colón cayó en el olvido ya antes de su muerte hasta por lo menos principios del siglo XVIII, fueron sobre todo historiadores franceses los que recuperaron al personaje y le dieron la importancia que realmente tenía, prueba de ello es el nombre que se le dio al Nuevo Mundo, gracias al oportunismo de Amérigo Vespucci quien se aprovechó de esta circunstancia. Por otro lado los pleitos por la sucesión en el mayorazgo (1578 – 1606) no hicieron otra cosa que aportar más dudas a su vida, motivado por multitud de escritos falsos y adulterados aportados por los litigantes con la única intención de ganar un pleito ciertamente sabroso.

Antes del pleito por unos motivos de sobra conocidos y ocultados por su hijo Hernando y después del mismo por intereses dinásticos, lo cierto es que se crea una nebulosa que llega a nuestros días.

Tantas dudas existían que el municipio de Génova encarga catorce volúmenes entre 1892 y 1896, para así apuntalar la nacionalidad genovesa del almirante, es cuando aparece el “colombo” como solución a tanta desconfianza, mediáticamente resultó efectivo, sin embargo sigue sin encajar nada, siendo un verdadero despropósito, manteniéndose únicamente por una cuestión de fe.

El 20 de diciembre de 1898 Celso García de la Riega pronunció una conferencia en la Sociedad Geográfica de Madrid, donde expuso y fundamentó su teoría acerca de que Colón era español y natural de Pontevedra. Esta conferencia se publicó en el boletín de aquella sociedad, correspondiente al 4.º trimestre de 1898. García de la Riega continuó las investigaciones sobre el tema y en 1914 publicó el libro Colón español, su origen y patria.
En el prólogo de esta obra su autor explica los motivos que lo llevaron a investigar sobre el origen de Colón. Dice:
“ En el año de 1892, mi tío D. Luis de la Riega, correspondiente de la Academia de la Historia, cultísimo escritor y poeta, publicó un notable libro titulado El Rio Lérez, en el que describe las bellezas de la comarca surcada por este río, amenizando la narración con diversos datos históricos y algunas leyendas sobre sucesos y costumbres del país. En sus páginas está el primer móvil de mis investigaciones acerca de los apellidos Colón y Fonterosa: la mención de una escritura de aforamiento hecho a principios del siglo XVI por el Monasterio de Poyo, en las inmediaciones de Pontevedra, a favor de Juan de Colón y su mujer Constanza. En un cartulario, que adquirí en 1879, leí otro aforamiento por el Concejo del mismo pueblo, en 1496, de un terreno al que se designa como uno de sus límites la heredad de Cristobo Colón, en el mismo cartulario aparece otro aforamiento en que consta el nombre de María Fonterosa.”

Así pues, el primer documento, en 1892, con el que se encuentra D. Celso es el aportado por D. Luis de la Riega,  que a su vez lo obtuvo de Telmo Vigo cuando escribía el “Río Lérez”,  este documento es el aforamiento de una finca por parte del  Monasterio de Poio a favor de: Juan de Colón y Constanza de Colón. Los dos siguientes los obtuvo D. Celso de un cartulario, libro del concejo, que él había adquirido,  en el cual encuentra dos documentos:  uno de Cristobo de Colón y otro de María Fonterosa (Fonterosa podría ser el segundo apellido de colon ), es a partir de aquí cuando comienza sus investigaciones, con estos tres documentos.
Estos hechos fueron comentados en el Café moderno de Pontevedra donde se juntaban  los intelectuales del momento (Castro Sampedro Folgar, Valle-inclán, La condesa de Pardo Bazán, etc.) y otras personalidades, entre ellos se encontraba Antelo Carmelo Castiñeira (secretario de la sociedad arqueológica de Pontevedra),  quien años más tarde encuentra más documentos donde aparecía el apellido “Colon” y se los entrega a Don Celso. Sea como fuere, la inquietud de don Celso, quien llevando tiempo dándole vueltas a las incongruencias manifiestas  en la historia del almirante, empieza a ver con más claridad lo inverosímil de las fuentes oficiales, llega a oídos de otras personas que irían aportando mas documentación sobre el origen de Colon.
Joaquin Nuñez, Notario, que conocía las investigaciones que estaba realizando sobre Colón le facilitó una serie de documentos, entre los cuales se encontraban dos: Bartolomé de Colón y Domingo Colón o Vello
Alfonso Eans Jacob, Notario, también le facilito por mediación de Casto Sampedro otros documentos.
La Sociedad Arqueológica aportó 4 documentos, de los 13, a la tesis de D. Celso.
Hay que indicar que ni Casto Sampedro, ni Carmelo Castiñeiras, ni el Café Moderno con su tertulia ni otras personas influenciaron a D.Celso para que iniciase sus investigaciones sobre Colón. Realmente, ya las había iniciado por su cuenta, si bien es cierto que obtuvo cierta ayuda en cuanto a aportación documental, pero no de motivación, indicación o investigación.

Como se ha indicado, Celso García de la Riega, el 20 de diciembre 1898 realiza una conferencia en la Sociedad Geográfica de Madrid. La conferencia tuvo un gran impacto por lo novedosa e innovadora pues hasta ese momento nadie discutía que Colón era genovés, aunque se sospechaba de muchos de esos documentos por falsos, la noticia de la nueva teoría llego hasta muchos países Americanos e incluso algunos cambiaron sus libros de texto diciendo que Colón era Gallego de Pontevedra, tuvo un gran éxito y todo el mundo esperaba la publicación del libro, el libro se publico en 1914 y D. Celso murió un mes después de la publicación a la edad de 70 años, curiosamente fue una vez muerto cuando empezaron a salir las impugnaciones y las descalificaciones del personaje, en vida su teoría fue elogiada y alabada aun habiendo sus dudas, desde la conferencia hasta la publicación del libro hubo cantidad de artículos en diversos periódicos nacionales e internacionales y se debatía el asunto, pero nunca hubo descalificaciones del autor ni mucho menos tacharlo de mentiroso, falsario, inventor de teorías basadas en la manipulación etc. Hay que ser cobarde y ruin para desprestigiar a un personaje después de muerto cuando ya no se puede defender.

Hoy en día es indiscutible con multitud de documentos que el apellido Colón existió en Pontevedra hasta finales del siglo XVIII, sin embargo se consiguió tapar esta prueba y con ello el asunto cayó en el olvido, a pesar del esfuerzo de otros muchos intelectuales no solo gallegos y españoles ( Lista defensores colonianos) en retomar la labor emprendida por Don Celso, fue tarea imposible por evitar la difamación. Lo que no consiguieron fue que Celso García de la Riega asestara un tremendo golpe a la teoría genovesa, la que quedó tocada y puesta en duda hasta nuestros días, prácticamente con los mismos argumentos esgrimidos por Don Celso en su conferencia y posterior libro.

A consecuencia de este duro golpe a la versión oficiosa, fueron muchos los que se preguntaron con más fuerza, donde había nacido y se había criado Colón, por el simple razonamiento básico, que en algún sitio tuvo que ser; todos ellos se hicieron la misma pregunta y llegaron al mismo razonamiento planteado por Celso García de la Riega:

¿Qué motivos tuvo Colón y sus allegados para querer ocultar de forma tan manifiesta su origen y patria?.

Una explicación que parece verosímil es que fuera judío, teniendo en cuenta el odio que se les tenía en su época.

Aparecen teorías de todo tipo y todo el mundo reclama a Colón como suyo, ante la evidencia de una versión oficial tan puesta en duda y a la tesis gallega apartada de manera premeditada.

En 1977 Alfonso Philippot Abeledo publica en el Faro de Vigo su primer trabajo “Don Cristóbal Colón de Soutomaior”, con una teoría totalmente inédita, Colón y Pedro madruga el famoso noble feudal gallego y/o portugués son la misma persona. En principio parece una historia fantasiosa parecida a las teorías levantinas, pero resulta que las piezas del rompecabezas empiezan a encajar, el documental probatorio gallego crece sin parangón conocido y continúa.

Philippot nos dice: La importancia de estos hallazgos nos indujo a revisar el testimonio de Lucio Marineo Sículo, del año 1530, y de la propia Academia de la Historia, llegando a la conclusión de que su nombre de pila completo era Cristóbal Pedro, tal y como refleja la abreviatura del polémico documento de 1496: XPº de Colón. Por otra parte, la cita de Marineo, “Petrum Colonum”, viene corroborada por el reciente hallazgo de un texto del gran humanista y sacerdote portugués Gaspar Frutuoso (1522-1591) en su obra manuscrita “Saudades da Terra”, publicada hacia 1580.

Recientemente Rodrigo Cota, escribe su primer libro “COLÓN, PONTEVEDRA, CAMINHA”, donde aporta una visión esclarecedora de la verdad, pero entre todas las pruebas indiciarias que refleja en su libro hay una que todavía retumba en el oído de los sordos.

Rodrigo Cota: “Casi cinco siglos antes de que Celso García de la Riega presentara sus trabajos sobre el posible origen pontevedrés de Cristóbal Colón y Alfonso Philippot hablara de su teoría, que sostiene que el descubridor y Pedro Madruga eran una misma persona, ya circulaba en la corte un texto que mantenía exactamente la misma tesis.

A principios del siglo XVI, pocos años después de la muerte del almirante, el rey Carlos V recibió como regalo un manuscrito satírico realizado por Francesillo de Zúñiga, su bufón. Se trataba de una crónica burlesca sobre los personajes de la corte y en general de la nobleza española, se aireaban los trapos sucios de muchos de ellos y se hacían 'afortunadas' comparaciones entre personas y animales u objetos.

Los Bufones eran generalmente plebeyos y su trabajo consistía en entretener al rey y a sus cortesanos. Para ello contaban con licencia para decir las verdades que otros no podían, siempre que lo hicieran con gracia. Los problemas para Francesillo comenzaron a raíz de la obra que nos ocupa, pues muchos de los aludidos, lógicamente, no veían con buenos ojos saberse ridiculizados ante el rey por un bufón. Francesillo murió asesinado, según todas las fuentes, por orden de algún noble que le pudo perdonar que hubiera puesto por escrito información inconveniente.

Con el tiempo la crónica fue pasando de moda y las copias del explosivo manuscrito quedaron dormidas hasta el año 1855, en que el afamado editor Ribadeneyra incluyó el texto en un tomo recopilatorio titulado 'Curiosidades Bibliográficas'.

Entre otras referencias a la familia Sotomayor destaca el siguiente párrafo:

"Iba también con su majestad monsieur de laxao, e contábale como don Diego de Sotomayor é el clavero de Alcántara e Rodrigo Manrique no tenían justicia para pedirle la encomienda mayor de la dicha orden, que él era aficionado a ser de ella, y más si le daban la encomienda mayor. Decíale también que don Diego de Sotomayor parecía hijo bastardo de Colón el almirante de Indias, é solicitador de la mejorada..."

Es preciso aclarar que Diego de Sotomayor de quien se dice "parece hijo bastardo de Colón" era en realidad hijo de Pedro madruga, lo que, como mínimo, demuestra que Francesillo y Philippot, con cinco siglos de diferencia sostenían que Colón y Pedro madruga eran una misma persona. También resulta sorprendente que Colón fuera el "solicitador de la mejorada", es decir, que era quien en vida había intermediado para que se le concediera a Diego de Sotomayor un ascenso, pues ¿qué hacía Colón ocupándose de un hijo de Pedro Madruga?.

Aunque los más escépticos puedan pensar que el testimonio de Francesillo puede ser resultado de una bufonada, deben tener en cuenta que toda la información que proporciona la obra sobre hechos y personas y, que hasta el momento se ha podido comprobar, se ajusta a la realidad. Así, cuando afirma en otros casos que alguien "parece hijo bastardo de alguien las genealogías confirman que realmente lo era. También los hechos que se narran son ciertos. La intención de Francesillo al escribir su obra no era la de informar al rey sobre personas o circunstancias que el rey desconocía. El rey sabía de sobra quién era cada quién y lo que había hecho cada cual. Lo que Francesillo hizo fue contar con humor la realidad pues a fin de cuentas se trata de una crónica, aunque sea burlesca. y poca gracia hubiera tenido para Carlos V leer hechos inciertos.

Pero hay más. El noble real del bufón era Francés de Navarra. El apellido Zuñíga (stuñiga) lo había tomado del duque de Béjar, Álbaro De Zúñiga y Sotomayor, a cuyo servicio había estado hasta ser reclamado por el rey. Y este sotomayor era pariente cercano de Pedro Madruga, y además ocupaba un cargo relevante en la orden de Alcántara, la misma en la que Diego de Sotomayor aspiraba a un encomienda, por lo que la información además de llegarle al bufón por su presencia constante junto a Carlos V, la obtiene de su cercanía a la familia Sotomayor.” Vuelvo a recalcar un pequeño detalle, Colón tuvo que nacer en algún sitio, de las teorías que existen solo una puede ser válida y en todo caso ninguna, habrá que conocer la verdad de un personaje de la transcendencia de Colón por encima de intereses oscuros, de momento las pruebas de adn han descartado claramente a tres teorías (genovesa, levantina y portuguesa). No se quiere cotejar el adn con muestras gallegas, a falta de una imposible partida de nacimiento (no era uso en la época) el coteje del adn será quien nos dé la razón o nos la quite como a los demás.

Nosotros, hace tiempo que superamos el debate sobre su lugar de nacimiento, nuestro convencimiento es absoluto. Nos dimos cuenta que al buscar en el lugar correcto todo encaja y resulta más fácil.

La cantidad ingente de pruebas, coincidencias y testimonios que nutren la tesis gallega, son de por sí una prueba científica (empírica).

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BIOGRAFIA DE PERO ÁLVAREZ DE SOUTOMAIOR, I CONDE DE CAMINHA, ALTER EGO DE CRISTÓBAL COLÓN.


Como se ha dicho anteriormente Pedro Álvarez de Soutomaior es una de las figuras legendarias del medievo gallego; se desconoce su fecha de nacimiento, pero se sabe que fue en Pontevedra mientras que su muerte en extrañas circunstancias se fecha en 1486 en Alba de Tormes. Hasta ahí, la historia oficial de este personaje al que otros investigadores añaden nueva vida: según esas teorías, el conde de Caminha no habría caído víctima de una enfermedad o de una emboscada sino que desapareció adoptando una nueva identidad, nada menos que la de Cristóbal Colón.



Estudiaba para clérigo cuando su medio hermano lo instituyó heredero universal, y le hallamos ya en posesión de sus bienes en 5 Jun 1471. Consiguió de Enrique IV el título de Primer Vizconde de Tuy desde 1473, mientras que el rey de Portugal Don Alonso V, le nombró conde de Camiña. En 8 May 1482, renunciaba al vizcondado de Tuy y a las usurpaciones llevadas a cabo en su obispado tanto por él como por su medio hermano y antecesor; testó en Portugal, en el pazo de San Mamed, a 10 Jan 1486, mandando se le dé sepultura en el templo de Santo Domingo de Pontevedra; deshereda a su hijo mayor Alvaro porque dice que le tenía fortaleza y casa de Sotomayor, siendo causa del desfallecimiento de sus estados y de su vida, mandando "se contente con cinco reales" por toda herencia; que su hijo Fernando herede la villa de Camiña, e instituye por herederos de lo remanente de sus bienes a sus hijos.

En este mismo testamento, y además de numeroísimas mandas a sus pajes y escuderos, declara tener un hijo natural, llamado Pedro, y ordena se le dé cuanto necesite para criarse y educarse, dedicándole a la carrera eclesiástica. Del espíritu caballeroso de Hernán Yáñez da idea la forma en que se expresa con respecto a su hijo: [Ytem mando a Pedro de Sotomayor, mi fixo bastardo, que lo obe de una mujer que sabe bien su nombre, y quién ella es, Alfón García Dardán, mi escudero, y el dicho Rodrigo de Deza, mi sobrino, que le den al dicho mi fixo bastardo todas las cosas que menester obiera para se criar y con que de prenda en estudio porque es mi voluntad que sea fecho y se faga a bien y vista de Fray Esteban de Soutelo, maestro en Santa Teología, y del dicho Alfón García Dardán. Item mando que den a la madre de dicho Pedro mi fixo vastardo por el cargo que de ella tengo doscientos florines de oro y de la dicha ley y cuño de Aragón.] Parece ser que la madre de Pedro fue una doncella noble del linaje de los Vidal de Santiago.

"... Protegido por los Reyes de Portugal y de Castilla, casado con una rica hembra, investido por Enrique IV con su representación y amplios poderes para contener la arrogancia del Arzobispo de Santiago, como consta en la instrucción autógrafa dada por S.M. a Fernández Sardina, pudo don Pedro Madruga ser uno de los primeros personajes de su época y desempeñar altos y elevados cargos. Desde luego fue un gángster muy importante, como hoy, por ejemplo, lo son los grandes políticos norteamericanos, hombres decididos, valientes y con mínimos escrúpulos. Pero don Pero, como el Mariscal Pedro Pardo de Cela, son la genuina representación de aquella nobleza altiva y revoltosa, verdaderos simpáticos lobos, viviendo al día, ora poderosos, ora ocultos, indomables y fieros y poco legalistas. Si la Corona se oponía a sus deseos, luchaban contra ella y se quedaban tan satisfechos. Los labradores se alzaron contra los Señores, al mando de otro Señor, Alonso de Lanzós, contituyéndose en Hermandad en 1468.

Pero Alvarez de Sotomayor se retiró a Portugal, donde se casó, mientras alborotada el buen pueblo por la campiña gallega. Pero los Señores y el Arzobispo de Santiago, viendo que la situación era insostenible, llamaron a Sotomayor para que sofocase la rebelión.

Como era "muy mañoso e muy sotil e muy sabio en cosas de guerras", según Vasco de Aponte, Per Alvarez derrotó a los villanos en el primer encuentro. Intentaron éstos cortarle el paso junto a Pontevedra para que no se reuniera con los Arzobispos, pero él vadó el Lérez aprovechando la marea baja, y "porque iba muy feroz, nadie se ponía delante".

Unido a don Juan Pimentel, hermano del Conde de Benavente, venció a los de la Hermandad y les obligó a reconstruir las fortalezas que habían derribado. Pero pronto recomenzaron las discordias otra vez en Galicia, pues los señores amaban la guerra, hermosísimo ejercicio para un fijodalgo.

El belicioso Arzobispo Fonseca cercó la fortaleza de ALtamira de Lope de Moscoso, llamando éste en auxilio a sus deudos y amigos. Pero Sotomayor no acudía y era quien podía hacer levantar el cerco. Y cuando ya deseperaban de que llegase, amaneció éste con gran refuerzo, diciendo: "Parientes e amigos, a tales bodas como aquestas no era razón qeu se hicieran sin mí, vayamos a ellas y sea presto."

Sufrieron las tropas del Prelado vergonzosa derrota y Fonseca tuvo que desfogar sus ansias de venganza con sus satisfechas concubinas. Pues Sotomayor vivo no había que pensar en el desquite.

Por esta época fue cuando el Rey de Portugal otorgó a don Pedro, que era ya Vizconde de Tuy desde 25 de julio de 1473, el Condado de Camiña, haciéndole merced del Don, que usó siempre entonces.

Motivos tenía don ALonso V para querer congraciarse la buena voluntad de la nobleza gallega, pues a la muerte de Enrique IV de Castilla, casi todos se declararon por él, como prometido de doña Juana de Beltraneja, presunta hija del Monarca castellano. A la cabeza de este movimiento se puso do Pedro, a quien comenzaban a llamar Madruga, ya porque amanecía en un punto cuando había pernoctado en otro, ya "porque madrugaba mucho cuando facía sus cabalgadas", como dice Aponto..." "... Don Pedro fue fiel al de Portugal siempre, aunque, claro está, barriendo para casa, y por eso aprovechó los disturbios producidos por la guerra entre los partidarios de la Beltraneja, apoyada por loslusos, y doña Isabel de Castilla, para apoderarse de la ciudad de Tuy. Para procurarse armas, recurría a mil ardiles, como el que se relata en una cónica que hallamos en el archivo de los Duques de la Roca (Archivo de los Duques de la Roca, Casa de Sotomayor, legajo 19, número 41). En él relata cómo "la causa por donde se lebantó fue que ha venido a protar a la ría de Vigo, cerca de (Casa de Don Pero), una nave de unos germnaos que trahían 180 mosquetes o arcabuces, y él pidió se los vendiesen y ellos no quisieron, y usó de un disfraz para hurtárselos, que es le siguiente: Mandó en la playa de igo hacer unas fiestas en que con danzas de espadas desnudas y corriendo patos salieron los germanos a ver la dicha fiestas, y después que fueron en tierra todos con barcos qeu tenía, mandó disimuladamente a un Capitán suyo, llamado Pedro Veloso, natural de Bayona, y cogió las dichas armas, y con ellas hizo grandes locuras". Estas locuras fueron que en menos de dos años se apoderó de Bayona, y Monte del Buey, que eran de la Corona, y de Pontevedra, Padrón, Redondela, Vigo y Caldas, que eran del Arzobispo de Santiago.

Tomó el castillo de Sobroso a García Sarmiento, enemigo declarado de su linaje, y guarneciendo bien sus posesiones, incluso, según algunos, se proclamó Rey de Galicia, hipótesis poco plausible, pues Madruga era práctico e inteligente y sensato en medio de su belicosidad.

Este estado de cosas decidió a los Reyes Católicos a mandar una flota para poner Galicia en orden. Por promesas y medio a los Monarcas, muchos caballeros abandonaro al fiero Sotomayor. Le traicionó hasta su viejo conmilitón el Conde de Altamira, Lope de Moscoso, a quien más de una vez salvó la vida. Dos años mantuvo don Pedro sus plazas fuertes, y por su parte, encerrado en Pontevedra, resistió el asedio, haciendo frecuentes salidas para abastecer la plaza. Dos veces tuvieron los de la Reina Isabel que levantar el cerco, sacando "poca honra de todo esto". Trataron de asesinarle, pero Madruga les "madrugó" siempre.

Los caballeros adictos a los Reyes Católicos, si bien no seguían ya la bandera de don Pedro de Sotomayor, no eran tan maleables como suponían el Conde de Benavente y don Ladrón de Guevara, agentes de los Monarcas. Así es que en los períodos de tregua estaban en inteligencia con Madruga; esto fue lo que le perdió, pues yendo a visitar a Lope Sánchez de Moscoso, fue preso por el Conde de Benavente, que no admitió ni los rehenes ni el dinero qeu ofreció por su rescate.

Para evitar que forzaran por las armas su rescate, Benavente le llevó a Orense. Pero nadie le ayudó, a él, que tan leal había sido con sus amigos. "En verdad, dice Aponte, lo juro, que si el Conde de Camiña estuviera suelto y viera ir preso a cualquiera de los señores que había en Galicia por la tierra que lo llevaron a él preso, que lo librare y tomara aunque el Conde de Benavente lo llevara con dos tanto de gente."

Un amigo muy leal y muy poderoso quedábale, sin embargo, al Conde de Camiña. Era éste el Rey de Portugal, que, teniendo en su poder a dos caballeros muy principales de Castilla, ofreció su libertad a cambio de la de don Pedro.

Después de un año de cautiverio, salió de su prisión el Vizconde de Tuy, hallando al Arzobispo dueño de Vigo y Pontevedra; a Guevara, apoderado de Bayona, y no contando por suyas más que Salvatierra, Sotomayor y Fornelos. En una montaña frente a Sotomayor había edificado el Arzobispo Fonseca un fuerte que dominaba el castillo y dos torres guardaban la entrada del puente de Sampayo. Las represalias que ejerció el de Tuy fueron feroces. Ora vencedor, ora oculto o viviendo disfrazado entre sus enemigos cuando éstos lo creían más distante, los senderos de la montaña, las asperezas del suelo servían sus planes. Recobró varias plazas, y pretendiendo a García Sarmiento, puso nuevamente cerco a la fortaleza de Sobroso, que jamás se rindió, originando esta singular resistencia de una plaza cuyo señor padecía estrecho cautiverio, innumerables fábulas y leyendas. Defendía el castillo, según Aponte, Lope de Avalle, cuñado de García Sarmiento.

El Conde de Camiña extendió un repostero a las puertas de la fortaleza; puso sobre él a García Sarmiento: "¿Veis a nuestro Señor?", les decía; "Si no me dais la casa, cortarle he la cabeza". "¡Ah!, fidalgos, exclamaba Sarmiento, dade esa casa y no moriré."

Esta operación se repitió varias veces, y el tozudo defensor del castillo respondía siempre con fiereza: "Bien lo podéis matar, pero aquí no entraréis." Sin embargo, Camiña no llevó a cabo su amenaza. Según Zurita, por esta época Pedro Alvarez de Sotomayor disponía de 300 lanzas y 5.000 peones. Interrogado por algunos sobre cuál era su objeto al destruir tanta fortaleza y dejar sin aparo a más de una noble familia, solía contestar con arrogancia: "En Galicia, con mi casa de Sotomayor queda bastante."

Necesitando subsidios y haciendo ya largo tiempo que nada cobraba por la ciudad de Tuy, resolvió Madruga apoderarse de su Prelado, do Diego de Muros, y aprovechado la coyuntura de haberse éste trasladado a Bayona por motivos de salud, lo hizo prender su Capitán Pedro Veloso, que ya conocemos. La indignación del Cabildo de Tuy se traduce por un documento en el cual dicho Cabildo acuerda "que nunca ningún descendiente de Veloso, Capitán del Conde de Camiña, pudiese tener bienes en la dicha iglesia, y sobre esto hicieron todos juramento poniendo las manos sobre el pecho".

Entretanto, do Pedro no soltaba al Obispo, llevándolo en su retaguardia y tratándolo muy mal de palabra y de obra. Los escasos amigos de Madruga no cesaban de aconsejarle que se deshiciese del Prelado, metiéndolo en una mazmorra, o que le retableciese en su sede contoda clase de honores, pues era vengativo el de Muros. Y más duramente se expresaba aún Suero Gómez de Sotomayor, que decía a Madruga: "Señor primo, haced de dos una, o tomad a este Obispo y ponedle a la Seu de Tuy tan honradamente como nunca trujeron Obispo y despedid de vuestro servicio quantos le prendieron o tomadlo y echadlo en un pozo, porque los Mortos no saben falar a este Obispo es muy falsa besta" (Vasco de Aponte, Manuscrito "Linajes de Galicia, folio 188 v.) No eschuchó a nadie Madruga, y no soltó a don Diego de Muros hasta que éste se resolvió a ceder pechándole algo. Setecientos mil maravedís costó al Obispo su rescate, lo cual ocasionó el dicho que se atribuye al Comendador Saldaña, refiriéndose a la curación de este prelado durante su andariego cautiverio, "que lo mismo daba haber pagado por ella a don Pedro de Sotomayor qu a un físico cualquiera".

Habiendo los Reyes Católicos ordenado que se persiguiera a los malhechores que asolaban el reino de Galicia, don Pedro hizo correr la voz de que él defendería a cuantos se acogiesen a su persona o tomaran su servicio. Pero como, por lo visto, no fue el único que los protegió, abierta o encubiertamente, enviaron los Reyes a don Fernando de Acuña, nombrándole Virrey y ordenándole que pacificase el reino, usando del mayor rigor para acabar de una vez con los desórdenes de aquel rincón de España.

La primera persona con quien tuvo que habérselas el Virrey fue con don Alonso de Fonseca, Arzobispo de Santiago, que, acostumbrado a tomarse la justicia por su mano, quiso impedirle qu entrase en Santiago. Don Pedro Alvarez de Sotomayor, al ver el giro que adquirían las cosas, sobre todo desde la prisión del Obispo de Tuy, había mandado a su doña Teresa de Tavora a la Corte para que tratara de sincerrarle cerca de los Reyes y explicase las extravagancias de su conducta. Muerto el Conde de Lemos, que siempre le había protegido, no quedando definitivamente por suyas más fortalezas que Salvatierra, Sotomayor y Fornelos, sitiado en esta última por varios señores, entre los que se hallaban Lope de Avalle y su hermano, García Sarmiento y Lope de de Montenegro, todos encarnizados enemigos suyos, viendo el ejemplo de la suerte cabida al Mariscal Pedro Pardo de Cela, ajusticiado en Burgos, resolvió don Pedro trasladarse en persona a Salamanca, pues las gestiones de doña Teresa ante los Reyes no daban resultado.

Esta señora, considerando perdida la causa de su marido, pidió a los Reyes que dejaran disfrutar de los bienes de la casa a su hijo don Alvaro, lo cual le fue concedido sin duda, porque don Alvaro, aún mozo, no habfa tomado parte en las conspiraciones y revueltas qeu trastornaban a la nobleza gallega, salvando de ese modo los estados de Sotomayor de una confiscación que parecía inevitable.

Requirió don Alvaro a su padre para que le diera posesión de las fortalezas, y don Pedro recibió a la gente de curia amenazándola "con romperles un palo en la cabeza". Entonces don Alvaro, siguiendo las secretas instrucciones de su madre, que veía a su marido perdido y quería, por lo menos, salvar la legítima de sus hijos, usó de un ardid para penetrar disfrazado en la fortaleza de Sotomayor, plaza que creía inexpugnable, y una vez de ella, se dio a conocer a sus criados, descubriéndoles el gran favor recibido de los Reyes. Obedecieron éstos, unos por su grado y otros a la fuerza, y encolerizado Madruga, fue a pedir socorro al Conde de Altamira. Prometióle éste cuanto quiso, pero recibió de la Corte orden de estarse quedo y de dejar que los acontecimientos siguieran el curso que habían tomado.

Antes de trasladarse a Salamanca, el Conde de Camiña hizo un testamento (de fecha 10 de enero de 1486), en el cual deshereda a don Alvaro y "le manda que se contente con cinco reales, por haber sido desobediente, haberse levantado contra él, haberle tomado la fortaleza y casa de Sotomayor, ser causa del desfallecimiento de sus estados, apocamiento de su vida y causa de su muerte".(En otro testamento, otorgado mucho antes en Tuy, ante Suero Pérez, el 15 de Diciembre de 1476, se titula Conde de Camiña, Vizconde de Tuy, Mariscal de Bayona, y de esos títulos hace mayorazgo en su hijo Alvaro. Nombra por hijos a Diego, Alfonso, Mayor y Constanza) Los parientes de Madruga tenía en la Corte veían mal remedio a estos sucesos, y aunque el Duque de Alba habló en favor suyo a los Reyes, no pudo conseguir nada de ellos. Esta y otras causas motivaron que, abatido por la adversidad, abandonado por aquellos a quienes tanto favoreciera, soportando mal desdenes, y no pudiéndose resolver a humillar la cabeza para suplicar, él, que acostumbraba a imponer sus voluntades, manteniéndolas con la fuerza de las armas, aniano, achacoso y enfermo, falleció don Pedro Alvarez de Sotomayor en el monasterio en que se hospedaba en Alba de Tormes, lejos e su país natal, de aquellas montañas de Galicia cuyas asperezas se amoldaban mejor a la noble altivez de su carácter. Muchos han querido atribuir esta muerte a la justicia de los Reyes Católicos, que, según algunos cronistas, le mandaron dar garrote en el propio monasterio que le servía de asilo; pero no es admisible esta versión, pues no faltaban otros medios menos rastreros para deshacerse del Conde de Camiña, y es más de suponer que el caudillo audaz, el águila salvaje, rotas las alas y cortadas las garras, no pudiera sobrevivir al rigor de su desgracia."

El Conde de Camiña fue un título creado por Don Alfonso V, Rey de Portugal por carta de 5 de Julio de 1476 a favor de Pedro Alvarez de Sotomayor . En 1486 se fecha la desaparicion de Pedro Álvarez de Soutomaior.

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EL APELLIDO FONTEROSA
Una parte de la teoría del Colon gallego menciona ”fonterosa”  como segundo apellido del navegante.
Esto se apoya en que en la provincia de Pontevedra, en Galicia, desde 1428 a 1528, es decir, una generación anterior a la del Almirante y en la que él perteneció, aparece en Pontevedra su apellido unido a nombres propios, de casi todas las personas que formaron su familia: Domingo Colón el Viejo, Domingo Colón, Cristóbal Colón, Bartolomé Colón, Juan Colón, Diego Colón, Blanca Colón y, aparecen juntos los dos apellidos de Colón y Fonterosa en el mandato del pago relativo a servicio especial.
En presencia del acuerdo del Concejo de Pontevedra, el 29 de julio de 1437, se manda a pagar 24 maravedíes viejos a Domingo Colón y a Benjamín Fonterosa. Esto hace pensar en la asociación para negocios o de intereses entre ellos posiblemente esta asociación podrí haber desembocado años mas tarde en un matrimonio entre los hijos, y he aquí el medio más sencillo para explicar el hecho de que el Almirante tuviera por padres a un Colón y a una Fonterosa. Podría ser, que unidos por los negocios estos amigos, enlazaran por un matrimonio sus familias, casándose un hijo de Domingo con una hija de Benjamín, de los que resultarían los Cristóbal y los Diego Colón y Fonterosa.
De los mencionados documentos, resulta que el Domingo de Colón, a quien se refiere, era un modesto comerciante, de origen humilde. Y por otra parte el apellido Fonterosa aparece en la provincia de Pontevedra con los nombres Jacob el Viejo, otro Jacob el Benjamín; la madre de Colón se llamaba Susana, por lo que posiblemente se trate de una familia de origen hebreo.
Si el Almirante fuese hijo de ellos, no sería absurdo suponer que las preocupaciones sociales de aquellos tiempos, fueron motivos bastantes para obligarle a ocultar su origen. Recordemos que en esa época la sociedad era muy clasista y existía una persecución contra los judíos.