Agustina de Aragón

Agustina de Aragón


Agustina Raimunda María Zaragoza Doménech, «Agustina de Aragón» (Barcelona, bautizada el 6 de marzo de 1786 – Ceuta, 29 de mayo de 1857), fue una heroica defensora de Zaragoza durante los Sitios, en la Guerra de la Independencia Española.



Se discute si Agustina nació en Reus, provincia de Tarragona, o en otros lugares, pero abunda la bibliografía aragonesa reciente que ubica su nacimiento en 1786 en la ciudad de Barcelona, concretamente en el barrio de La Ribera, en la calle de Sombrerers. Hija de Francisco Ramón Zaragoza Labastida y de Raimunda Doménech Gasull, fue bautizada el 6 de marzo de 1786 en la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona, contigua a la calle donde nació.



Agustina se casó a los 16 años con Juan Roca Vilaseca, cabo de artillería, el 17 de abril de 1803. Éste participó desde el principio en la Guerra de la Independencia Española, tomando parte en la batalla del Bruc. Los acontecimientos de la guerra los llevaron a él y a Agustina a Zaragoza.



Durante el asedio de Zaragoza, Agustina llevó a cabo la acción heroica que la hizo célebre. Tras haber caído heridos o muertos todos los defensores de la puerta llamada del Portillo, las tropas francesas se aprestaron a tomarla al asalto. La situación era desesperada y entonces Agustina, que formaba parte de un grupo de mujeres que atendía a los numerosos heridos, consiguió disparar un cañón sobre las tropas francesas que corrían sobre la entrada aparentemente indefensa. Los asaltantes franceses, temiendo una emboscada, se batieron en retirada, y nuevos defensores acudieron a tapar el boquete, defendiéndose la ciudad una vez más.



Había nacido el mito de Agustina de Aragón o La Artillera, nombre que se le dio a partir de entonces a la mujer, que impulsada por el amor a su patria, pasó a ocupar en mayúsculas un lugar destacado en las páginas de los libros de historia de nuestro país. Enterado el General Palafox de tal hazaña, mandó llamar a la joven y allí mismo,sobre el campo de batalla, la felicitó y concendió el distintivo de subteniente con el uso de los escudos de distinción con el lema de cada uno de ellos: "Defensora de Zaragoza" y "Recompensa del valor y patriotismo". A pesar de haber salido airosa de su gesta, Agustina no cesó en su empeño de defender su ciudad de los franceses y participó activamente en la defensa de otros sitios de Zaragoza. El 21 de febrero de 1809 y tras dos meses de frenética resistencia, la ciudad maña no pudo aguantar la presión de las tropas napoleónica y cayó irremediablemente.



Agustina de Aragón murió en Ceuta, el 29 de mayo de 1857, a los 71 años de edad. Hasta 1870 no fueron trasladados sus restos a Zaragoza, descansando primero en el Pilar y, desde el 14 de junio de 1908, en la capilla de la Anunciación de la Iglesia de Nuestra Señora del Portillo, donde son venerados como los de una gran heroína que con valor y decisión repelió las adversidades y venció al enemigo. Se la considera como uno de los símbolos más representativos de la resistencia española contra los invasores napoleónicos. Fue cantada por Lord Byron en su Childe Harold.

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